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CICLISMO

Armstrong explica su secreto: “La EPO tenía una vida media de cuatro horas”

El ciclista texano concedió una entrevista en el podcast de Bill Maher en la que reveló su secreto para no dar positivo en ningún test antidopaje.

Actualizado a
El ciclista estadounidense Lance Armstrong, tras pasar un control antidopaje en el Tour de Francia de 2001.
ERIC GAILLARDReuters

Lance Armstrong sigue concediendo entrevistas para tratar de lavar su imagen después de pasar del cielo al infierno del deporte tras admitir que se dopó durante parte de su carrera deportiva.

Unas prácticas dopantes sobre las que Armstrong quiso dar más detalles en una reciente entrevista en el podcast del presentador de televisión Bill Maher.

En la entrevista Armstrong vuelve a reiterar que no ha dado positivo en ninguno de los 500 controles antidopaje a los que le sometieron en su carrera. “Sí, puedes enmascarar el uso de sustancias dopantes, pero no consiste en eso. En ese sentido frustrarías el sistema, pero como siempre he dicho, y no intento justificar que lo digo como algo que quisiera volver a repetir, ‘Me han hecho 500 controles y nunca que dado positivo por dopaje’”.

Sin embargo, Armstrong desvela que, pese a que no se podía saltar estos controles, había sustancias que desaparecían en un corto periodo de tiempo y por eso eran indetectables. “No es mentira, es la verdad. No había forma de saltarse el test. Cuando meaba en el vaso y ellos revisaban el vaso, no había nada. La realidad y la verdad de todo eso es que, alguna de esas sustancias, principalmente las más beneficiosas, tienen una vida media de cuatro horas. Mientras que otras sustancias como el cannabis o los anabolizantes, tienen vidas medias más largas. Podías fumar un porro y conducir tu tractor... y en sos semanas seguirías dando positivo. Su vida media es mucho más larga”.

Entre esas sustancias Armstrong destaca el uso de la eritropoyetina, más conocida como EPO, que tenía una vida media de cuatro horas, y descartó que ésta dejase efectos secundarios. “La EPO, que era el combustible para cohetes que cambió no solo nuestro deporte sino todos los deportes de resistencia, tenía una vida media de cuatro horas, así que salía del cuerpo muy rápido. Con una vida media de cuatro horas, podías hacer las cuentas. La verdad es que tenías una droga que era indetectable, que te mejoraba el rendimiento y la recuperación. Ambas cosas son importantes, pero en especial el rendimiento... Y como nos hicieron creer, y con lo que no estoy en desacuerdo, es que si se toma bajo la supervisión de un médico es segura”

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