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CICLISMO

Los secretos de ‘El día menos pensado’: “Le han hecho un exorcismo...”

La cuarta temporada de la serie del equipo Movistar Team vio la luz con Annemiek van Vleuten, Enric Mas y Alejandro Valverde, ya retirado, de protagonistas.

Los secretos de ‘El día menos pensado’: “Le han hecho un exorcismo...”
@Movistar_Team

El Movistar Team, desde dentro. Un año más. ‘El día menos pensado’, la serie sobre el equipo, vi la luz. Una cuarta temporada con tres grandes protagonistas: la neerlandesa Annemiek van Vleuten, Enric Mas y Alejandro Valverde. Sobre la primera, acerca de su histórico y casi irrepetible año: Tour, Giro, Vuelta, Mundial... un palmarés de fábula para una corredora de 40 años que se retira a final de año tras tres campañas en el Movistar. Pero no todo fue un camino de rosas. En el Tour de Francia, Van Vleuten llegaba como una de las grandes favoritas, pero tras la primera etapa sintió una indisposición que le hizo perder tiempo el segundo y el tercer día. El motivo: una sandía. Una intoxicación que pudo haber acabado con el sueño de la neerlandesa.

Sebastián Unzué estuvo en la carrera como director del equipo: “Nos llamó (tras la primera etapa). ¡Venid a mi habitación!. Llegamos y nos encontramos a Annemiek muerta, pero muerta”, dijo Sebastián. Por aquel entonces, Van Vleuten no podía ni comer ni beber sobre la bicicleta. “Parecía que estaba embarazada. Mi estómago estaba hinchado”, llegó a decir. En una de esas etapas en el Tour, a 30 km de meta, tuvo que parar. “Tengo que hacer caca”, contó por radio, ante la sorpresa de Sebastián y Jorge Sanz (también del staff). “Que se lo haga encima”, llegaron a plantear desde el equipo. Tuvo que parar. “Si Dumoulin pudo en el Giro...”, y la corredora lo hizo. Desde entonces, todo fue a mejor y después pudo volver a su mejor nivel para ganar el Tour a lo grande, con victorias en Le Markstein (tras subir el Grand Ballon) y en La Super Planche des Belles Filles. En esta última, sufrió una avería... y las corredoras del otro equipo empezaron a tirar en cabeza. “Hay que ser asquerosos. Pinchar la líder y ponerse a tirar sin hacerlo antes. Hay reglas no escritas en el ciclismo que siempre se deben cumplir”, opinó Unzué.

El “exorcismo” a Enric Mas

“Tuve mala suerte. Tres caídas seguidas: Tirreno-País Vasco y Dauphiné. Esta última, el dolor fue por dentro, me dolía hasta el alma”, contó el balear sobre su complicada primera parte de la temporada, en la que las caídas tenían un factor común: eran en bajada. Desde entonces, surgió un problema interno en el corredor. “Igual aquí hay algo más de lo que creemos”, contaba Patxi Vila, parte importante en el rendimiento del Movistar. “Tenía miedo y pánico”, lamentó el balear, y Pablo Lastras, también del staff, empatizaba con él: “Se puede pasar muy mal. Hay veces que tienes frío, que te meas encima para entrar en calor, que llegas a una curva y no frena la bici... se pasa mal”. Tras la 18ª etapa del Tour, cuando estaba fuera del top-10, Mas desvelaba ante la prensa sus problemas con las bajadas. Finalmente, dio positivo por COVID, y aunque era asintomático, prefirió abandonar y resetear.

Llegó a La Vuelta, con el equipo inmerso en la lucha por la permanencia. Necesitaban sus puntos. Y Enric cambió. Ayuda psicológica, confianza y apoyo de sus compañeros y directores, y aterrizó en La Vuelta como un corredor distinto: “Yo sabía que llegaba bien, pero el equipo dudaba”. Todo se despejó en el descenso camino de Laguardia, en la cuarta etapa de La Vuelta. Acabó tercero tras Roglic y Pedersen tras un largo descenso antes del exigente final. En el equipo, Chente (vuelve a ser una “estrella”), tenía un papel en el coche para decirle frases a Enric a petición de las personas que trataron a Enric tras el Tour. No hizo falta que las leyese por la radio. “Le han hecho un exorcismo”, dijo Unzué en la jornada de Pico Jano. Era un descenso complicado y bajo la lluvia, y lo hizo como los mejores. Problema olvidado. También tuvo un buen día en Sierra Nevada, en la visita de José María Álvarez-Pallete, CEO de Telefónica. El balear fue segundo. “Tienes que venir más”, dijo Chente entre risas. “Eres mi ídolo”, llegó a escuchar de aficionadas que le pedían fotos.

La lucha por los puntos y el adiós del Bala

En verano, el Movistar estaba en una situación crítica. Ocupaba el 18º puesto, el último que daba la permanencia en el World Tour. “Me fui a casa bastante tocado del Tour. No podemos ir a comernos el mundo que luego hay que cagarlo”, dijo Chente. “Corríamos el riesgo que un equipo de 42 años de historia se fuera al garete”, apostilló Vila. Ellos reconocen que el cambio radical del equipo llegó entre el Tour de l’Ain (ganó Pedrero) y Limousin (Aranburu), todo ello a mitad de agosto. Un calendario alternativo con corredores como Cortina: “Tenía la maleta hecha para el Tour y a última hora me dijeron que no”. Finalmente, tras una espectacular segunda parte de la temporada, el Movistar acabó el ranking en el puesto 11.

Por su parte, Valverde, en la temporada que decía adiós al ciclismo, empezó ganando en la Challenge de Mallorca y señaló a la cerveza como uno de sus recovery a lo largo de su carrera: “Dos al día”. Un año muy emotivo para el murciano, logrando en O Gran Camiño (Galicia) sus dos últimas victorias para cerrar el palmarés con 133. Su última Vuelta (tras ser atropellado previamente) la hizo con Enric Mas de compañero de habitación. En Madrid, el último día de La Vuelta, el murciano estaba entre lágrimas: “Es el ciclo de la vida”. Alberto Contador le abrazó: “El cariño de la gente lo vas a tener siempre igual”. Después llegó el Giro de Lombardía, su última carrera, la última Bala, en la que finalizó en una meritoria sexta posición, ganando el esprint del grupo y saludando.

“Decían que me habían dejado ganar... si hombre me van a dejar”, contó entre risas. Antes, Jan Ullrich se acercó al autobús del equipo en Bérgamo para despedir al Bala: “Para mí, tú has sido el más grande”. “Pertenece a los elegidos, entró por la puerta grande y no ha parado”, recalcó Unzué, mientras que Valverde, viendo su victoria en el Tour de 2005 contra Amstrong en Courchevel, dijo una de sus célebres frases: “Le limpié la capaza. Eso es algo muy murciano”. No hay confirmación de que haya una quinta temporada de ‘El día menos pensado’: “Al principio iba a ser una temporada y van cuatro. Ya se verá”, dijeron desde la productora a AS.