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CICLISMO | VUELTA A ESPAÑA

Larra-Belagua, la dureza navarra que verá la luz en La Vuelta

La cima será uno de los seis finales en alto inéditos. “La etapa da mucho pie a la estrategia”, dice Julen Amezqueta tras analizar la subida en AS.

Isaba
Amezqueta, en la ascensión a Larra-Belagua
Amezqueta, en la ascensión a Larra-BelaguaPEPE ANDRESDIARIO AS

Después de su incursión por Francia, el tercer país por el que pasará La Vuelta 2023 (desde el 26 de agosto) tras Andorra y, lógicamente, España, la carrera regresará a territorio nacional para no salir hasta su desenlace en Madrid, y lo hará a través de Navarra. En la segunda semana, la etapa 14, que se celebrará el 9 de septiembre, será una de las jornadas más duras de esta edición, en debate sobre si puede ser la reina incluso.

Y eso que el día previo acabará en el Tourmalet. A la mañana siguiente, y partiendo desde Sautveterre-de-Bearn, el célebre puerto de Larrau, uno de los más duros que se verán en La Vuelta, servirá de entrada al país. El desenlace será en Larra-Belagua, uno de los seis finales en alto de esta edición, y un navarro como Julen Amezqueta, del Caja Rural, analiza la subida en AS: “Será una etapa interesante y muy entretenida, porque da mucho pie a estrategia de equipo. El día previo será el del Tourmalet, lo que genera mucho desgaste, y es una opción inmediata para que, los que pierdan tiempo, tengan opción de recuperarlo”.

El perfil de la etapa y la ascensión final.
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El perfil de la etapa y la ascensión final.

El puerto, que llega tras pasar la localidad de Isaba, consta de 9,5 kilómetros, con una pendiente media del 6,3% y rampas máximas que llegan al 10%. Es decir, constante. La meta está a 1.587 metros de altitud, uno de los puntos más altos de la Comunidad. “Dividiría la ascensión en tres partes. La primera, según entras en el valle, con una primera recta con alrededor de 2,5 km al 7%, no muy duro. La segunda, con curvas de herraduras, es bastante exigente. Tras esto, en la tercera parte, te vas aproximando hacia la meta dejando todo el valle a la derecha. Es una zona muy abierta, por lo que el viento puede ser fundamental”, desgrana el de Estella.

Sobre una posible táctica en esta subida, Julen lo tiene claro: “Si uno quiere hacer daño, tiene que moverse en la parte de las herraduras, y ese hueco que hagan mantenerlo hasta arriba. La parte final no es tan dura como para hacer diferencias, y al estar tan desprotegido es probable que algunos se protejan yendo a rueda”, explica el del Caja Rural. Belagua es un puerto que está muy cerca de la Piedra de San Martin, que sirve de nexo para volver a entrar en Francia. Se trata de una zona tranquila, prácticamente en el valle de Roncal con estación de esquí nórdico en sus márgenes. “Será un buen escaparate. El tráfico generalmente es casi inexistente y es pura naturaleza”, cuenta Amezqueta, que avisa de que previamente la carrera tiene grandes opciones de romperse en Larrau.

Julen Amezqueta, reconociendo la subida de Belagua para AS. (Pepe Andrés)
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Julen Amezqueta, reconociendo la subida de Belagua para AS. (Pepe Andrés)

“Es una subida durísima que se descubrió en el Tour de 1996 (solo repitió en 2007, nunca en La Vuelta). No hay margen ni descansos para recuperar. Después de una bajada rápida te presentas en Isaba, a pie del puerto final. De salida habrá muchos intentos de fuga, y algunos equipos de favoritos tratarán de filtrar a corredores suyos para que sus líderes lo prueben en Larrau y luego hacer camino hasta Belagua”, añade el navarro. Esta temporada Julen cumplió 30 años, y en esta zona es donde realiza la mayor parte de sus entrenamientos: “Cuando me meto en Strava, veo que poca gente conoce estas dos subidas, y recomiendo que prueben su dureza. Es un territorio muy desconocido, especialmente para el público joven. Estoy seguro de que ese día, para La Vuelta, estarán las cunetas a reventar”.

Amezqueta recaló en las filas del Caja Rural en 2018, y el equipo navarro, que también correrá en casa, estuvo de manera ininterrumpida en la ronda española desde 2012 hasta 2021. Para 2022 no tuvieron invitación por la alta competición de los equipos Pro-Team, pero en 2023 estarán de nuevo en la salida de Barcelona. A buen seguro se dejarán ver. “En La Vuelta no hay tantas oportunidades para fugas como en el Giro (carrera que disputó en dos ocasiones en su etapa en Italia). En nuestro caso, luchar por una victoria pasa por filtrarnos en una escapada”, advierte Amezqueta, que espera con “ganas” este nuevo rincón que La Vuelta dará a conocer.