La UCI sanciona a Ganna con 500 francos suizos por una posición ilegal
El italiano se apoyó en el manillar con los antebrazos en la quinta etapa de la Vuelta a San Juan, una posición ilegal por la que perderá 15 puntos UCI.
Filippo Ganna saldrá de su travesía por la Vuelta a San Juan con un buen botín. El italiano del conjunto Ineos finalizó en tercer lugar la cuarta etapa y cerca estuvo de sorprender a Fernando Gaviria y Peter Sagan, quienes a la postre se jugaron el triunfo, en la aproximación al esprint. Y el pasado viernes, el Gigante de Verbania (1,93 m. y 83 kg) volvió a demostrar sus buenas dotes para la escalada, como hiciera con su triunfo en montaña en el Giro de Italia 2020, con un segundo puesto en el Alto del Colorado que también debería darle el podio en la general. Sin embargo, hoy se supo que la recompensa obtenida por Pippo no tendrá consecuencias en el ranking mundial.
El italiano, en un momento de despiste durante la etapa, fruto del esfuerzo, se apoyó con los antebrazos en el manillar de su bicicleta, una postura prohibida por la Unión Ciclista Internacional. Como sanción, Ganna deberá pagar 500 francos suizos de multa y perderá los 15 puntos UCI que sumó con su segundo puesto en la etapa. “Tras la etapa de ayer (por el viernes), la UCI me hizo saber que había rodado en posición ilegal apoyando los antebrazos en el manillar. Durante ese momento de la carrera realmente estaba empujando al límite y momentáneamente perdí la concentración. Acepto la sanción dictada por el Comisario de la UCI, y como siempre respeto que todos debemos acatar el reglamento de la UCI”, expresó el italiano en un comunicado emitido a través de sus redes sociales.
Una irregularidad manifiesta, intencionada o no, que contrasta con otras situaciones que se han visto esta semana en la ronda argentina y que, de manera muy clara, ponían en peligro la integridad de los corredores. El ejemplo más claro tuvo lugar en la primera etapa, con una aproximación al esprint masivo de lo más peligrosa. Las isletas que dividían la carretera no estaban bien señalizadas, por lo que varios de los favoritos se vieron perjudicados y no pudieron disputar la llegada. Las airadas quejas de Evenepoel al director de carrera tuvieron efecto en ese aspecto el resto de días, pero no en otros como los de personas cruzando la carretera en plena carrera o perros sueltos que podían haber ocasionado una desgracia. Por fortuna, no hubo nada que lamentar.