La lucha ‘cara’ por la 43ª plaza: caída, voltereta y a meta andando

Al Soudal Quick-Step no le están saliendo casi nada en esta campaña de clásicas (mejor en carreras por etapas, con Evenepoel principalmente). Una época del año en la que, tradicionalmente, el equipo de Lefevere era al que todos querían batir en estas fechas del calendario y ahora, prácticamente, están alejados de los puestos de honor. En el Tour de Flandes el que dio la cara fue Kasper Asgreen, que ya ganó de manera brillante en la edición de 2021 tras un mano a mano espectacular con Van der Poel. En 2023, su séptima plaza fue el mejor resultado de la escuadra belga. Estuvo en la fuga del día y luchó en el reducido esprint por la tercera plaza del podio, aunque quedó ‘lejos’ de ello.

Además de tener un rendimiento más bajo que en tiempos pasados, siguiendo la línea descendente de 2022, al Quick Step, que esta campaña estrenó el patrocinio de Soudal, no le sonríe la fortuna y estuvieron inmersos en las caídas. En la montonera que provocó Maciejuk (descalificado) estuvo implicado Alaphilippe, que desde entonces, aunque lleva tiempo sin mostrar su mejor versión, quedó descartado de la batalla. Su compañero Davide Ballerini tuvo dos percances, con uno segundo especialmente doloroso, ya en recta de meta tras 273 km recorridos.

Estaba junto a su compañero Tim Merlier, el campeón belga, que debutaba en la prueba, y también les acompaña Edwards Theuns, del Trek, que también corría ante sus compatriotas. Cuando Ballerini iba a dejar el paso a su compañero tras llevarle a rueda, iban a esprintar por la 43ª plaza... y tras hacer su trabajo, el italiano se tocó con Theuns, lo que le llevó contras las barreras y dar una voltereta. Un golpetazo tremendo. Con mucho ímpetu, y andando, Ballerini cruzó la línea de meta con sangre en su rostro. Lo hizo en el puesto 56, a 10:48 de Pogacar y a más de tres minutos de la dupla con la que llegó hasta recta de meta.