Herrada, roto entre lágrimas: “No me lo creo, sin palabras”
Jesús Herrada logra en Cistierna su segundo triunfo en La Vuelta tras el que sumó en 2019 en Ares del Maestrat. Tras conocer que era el triunfador, rompió a llorar.
Tirado en el suelo, en una rotonda justo pasando el cartel de fin de localidad de Cistierna, y roto entre lágrimas. Así celebró Jesús Herrada (32 años) su triunfo en tierras leonesas, el segundo para él en La Vuelta tras el que logró en 2019 en Ares del Maestrat. En aquella ocasión, también en fuga, cruzó la meta en solitario. Esta vez, también en escapada, tuvo que luchar con otros cuatro rivales, con Wright como gran peligro. Herrada, con buena punta de velocidad, se portó como un esprínter para imponerse sobre la misma línea de meta sobre el italiano Battistella.
“¡Increíble, no me lo creo! Estoy sin palabras”, decía en Cisterna, sin apenas poder hablar de la emoción. La jornada era propicia para una escapada, pero el empuje del pelotón para los hombres rápidos puso en aprietos a los de cabeza. “Fue a falta de tres kilómetros cuando vimos que nos lo jugaríamos entre nosotros. Había que tener cabeza fría, porque habíamos gastado muchas fuerzas y las piernas de todos iban muy justas. Jugué mi baza y aguanté hasta el final”, analiza el conquense, que ya suma 18 victorias en su trayectoria. “La verdad que el pelotón en el puerto de San Glorio puso un ritmo muy alto y no pensábamos que pudiéramos llegar. Nos entendimos bien”, añade el de Mota del Cuervo.
Antes de partir de Camargo, tenía pensado el poder participar en la fuga, y así lo demuestra el gran estudio que tenía del recorrido: “Sabíamos que el terreno final y el viento jugaban a nuestro favor. Lo aprovechamos y para estar muy contento”. Además, el triunfo tenía dedicatoria: “Va para mi mujer, que hoy es su cumpleaños”. Su hermano, José Herrada, compañero de equipo en el Cofidis y también en La Vuelta, resaltó a Jesús: “A estas alturas de su carrera, después de todo lo que consiguió, no tenía que demostrar nada. Es una victoria de calidad, como las que consigue siempre, confirmando lo buen corredor que es”, dice con una sonrisa.
Tras 121 etapas en grandes vueltas sin triunfo de etapa español, ahora los corredores nacionales ganaron dos de las tres últimas: Marc Soler en Bilbao y Jesús Herrada, ayer, en Cistierna: “Esto demuestra que tan mal no estamos”, cuenta Herrada. El ciclismo español resurge en esta Vuelta, de la que todavía queda un mundo.