Entre olivos y montañas
Cazorla, en la octava etapa, será uno de los tres finales en alto inéditos de esta Vuelta. Una llegada en un Parque Natural con olivos de fondo.
Pascual Momparler, seleccionador de ciclismo desde 2019 (en los sénior) analiza el puerto de Cazorla tras ascenderlo en bici para AS ante el redactor, Dani Miranda, y el cámara, José Miguel Buera.
En un desenlace icónico, tras casi cinco kilómetros de puerto, al fondo se observa el mar de olivos en su esplendor mientras que la meta está situada ya en pleno Parque Natural, con un contraste virtual excelso.
La subida, catalogada de tercera categoría, se subió en parte en La Vuelta 2015, con victoria de Esteban Chaves. En esta ocasión, se tratará de una ascensión inédita al ser un desenlace todavía más elevado, acabando a más de 1.000 metros de altitud.
El puerto, además de atravesar Cazorla, hará lo propio con la localidad de La Iruela, para luego seguir la subida y entrar de nuevo en territorio de Cazorla a través de un terreno sin apenas descanso, constante al 4% y el 5% de desnivel.
El tramo final es estrecho, ya dentro del Parque Natural, donde la colocación del corredor será importantísima. Justo antes del arco de meta habrá una rampa del 15%, por lo que será una llegada en la que no se podrá guardar nada.
El viento puede ser un factor importante en el puerto, como desgrana Momparler: Es una subida de fuerza y velocidad. Si pega de culo, se subirá muy rápido. Lo normal sería montar en la bici plato pequeño con mucho desarrollo atrás.
No es un día específico para un escalador puro, por lo que una fuga tiene alta probabilidad, desgrana el valenciano asentado en Úbeda, localidad desde partirá esta octava etapa de un total de 159 km con presumibles altas temperaturas y otro puerto, previo a esta última subida.
La entrada a Cazorla es tras el descenso del puerto del Mirador de las Palomas, una bajada rápida y no excesivamente técnica. Para los importantes a la general será importante tener compañeros en la escapada de cara a posibles movimientos. Al día siguiente será una de las etapas reinas en Granada.
Un ciervo junto a un letrero es la bienvenida de Cazorla, a escasos 500 metros del núcleo urbano. Desde dicho punto se puede observar, a lo lejos, la meta, situada delante de la Ermita de la Virgen de la Cabeza. Momparler seguirá de cerca La Vuelta de cara al Mundial de Suiza, a finales de septiembre, para evaluar a posibles candidatos en su lista.
El puerto atraviesa de manera íntegra la localidad de Cazorla, con dos rampas pronunciadas en el centro de la localidad: la primera, tras girar a la derecha. La siguiente, prácticamente a continuación, tras un giro a izquierdas, ambas con un desnivel cercano al 20% donde cada uno tendrá que poner su ritmo para poder coronar.
