El UAE brilla bajo el sol y Roglic cede ante el resto de los favoritos
El equipo de los Emiratos Árabes gana la crono. Hicieron todo el recorrido bajo el sol. Luego llovió... y nadie les pudo mejorar. El Bora de Roglic, a 54″.
La París-Niza es, tradicionalmente, una carrera en la que puedas pasar del calor al frío, de las lluvias (y viento) al arcoíris, y el UAE fue el que sacó mejor provecho de las condiciones. A las 14:40 arrancaba la crono por equipos con inicio y final en Auxerre, con un recorrido de 27 km, siendo más exigente en la primera mitad. Uno tras otro... así hasta completar las 22 escuadras presentes en carrera, siendo el Groupama-FDJ el último en partir al contar con el líder, el neozelandés Pithie, en sus filas. Un liderato efímero, ya que en esta tercera etapa lo perdió en favor del McNulty, con un UAE que vuelve a mostrarse fuerte en las pruebas contra el crono. Tan solo 24 horas antes, en Italia, Juan Ayuso triunfó en la modalidad, y un día después, en la París-Niza, lo hace el equipo en su conjunto. En el UAE Tour, en febrero, hicieron 1º, 2º y 3º en la crono individual.
Cabe destacar que en la París-Niza, el tiempo de cada equipo lo marcaba el primero en cruzar la meta. Es decir, de los siete integrantes, el que llegase primero daría la referencia en meta de cara a la clasificación de la etapa, y luego cada uno, en caso de llegar de manera individual, tendría su propio tiempo en lo referido a la clasificación general. No por ser esperado dejó de sorprender, pero el Visma volvió a lucir los novedosos cascos de contrarreloj que utilizaron el día anterior en la Tirreno-Adriático. Por ahora, siguen sin marcar las diferencias deseadas, ya que volvieron a quedar lejos de la lucha por la victoria (6º, a 38″ de UAE), aunque bien es cierto que tuvieron lluvia en la parte final de la jornada.
Y es que fue cuestión de minutos, una nube suelta, pero la precipitación fue protagonista... mientras el UAE ya esperaba en la silla caliente. Además de su buen rendimiento, rodando a 51,4 km de media, se vieron favorecidos en ese aspecto. De hecho, en el tiempo intermedio marcaron el tercer tiempo, y en la segunda mitad mejoraron notablemente, algo que el resto no pudieron. Con unos cascos tradicionales (la UCI abrió una investigación para los de Visma, Soudal...), el UAE volvió a mostrar un gran rendimiento, llegando a meta con un bloque compacto, a diferencia de otros equipos, con gregarios lanzando a su corredor principal en la general en los kilómetros finales.
Roglic y el Bora fueron los grandes damnificados de la jornada, cediendo 54″, mientras que el Ineos de Bernal y Carlos Rodríguez, a 21 segundos, salvó el día. El Movistar terminó en penúltima posición (21º), aunque bien en cierto que su objetivo en esta prueba son otros. En la pasada Vuelta, en la jornada inaugural de Barcelona, estuvieron a menos de un segundo de ganar la etapa en esta modalidad. Esta vez, muy lejos de aquello. Por ahora, Roglic es el que más obligado está a remontar de los favoritos. Almeida (como teórico líder del UAE) con tiempo ganado, Evenepoel bien situado y tanto Carlos Rodríguez, a 22″ del líder, Ion Izagirre, a 40″, Pello, a 42″, las bazas españolas para esta semana de cara al podio final de Niza. El UAE, al frente. Este miércoles, primera jornada montañosa con siete puertos entre Chalon-sur-Saône y Mont Brouilly en 183 km, que servirá para ver de verdad a los favoritos tras una crono que marcó más diferencias de las esperadas.