Drama en Movistar: Enric Mas se cae y dice adiós al Tour
El líder del Movistar se fue al suelo junto a Carapaz a 20 km de meta, en el descenso del Vivero, y no pudo seguir: “Es un día jodido”.
Un total de 160 fueron los kilómetros que completó Enric Mas en este Tour de Francia 2023. Una caída, en la que también estuvo afectado Richard Carapaz, aunque el ecuatoriano, a más de quince minutos del ganador, pudo acabar (horas después abandonó). La caída fue en un descenso, en un momento en el que la carrera iba lanzada antes de afrontar la ascensión a Pike, y ni tan siquiera pudo volver a subirse a la bicicleta. El líder del Movistar, que aspiraba al cajón, se quejó de su hombro derecho y aunque los coches y los servicios médicos llegaron para auxiliarle, fue incapaz de volverse a montar en la bici. Fue trasladado al hospital más cercano y las pruebas médicas desvelaron una fractura de escápula sin desplazamiento, además de varias abrasiones superficiales en brazos y piernas. Por protocolo hospitalario, permanecerá en observación durante las próximas horas. Abandono el primer día para el mallorquín de 28 años que fue quinto en la edición del 2020, sexto en la de 2021 y el año pasado dejó la carrera, después de no haberlo pasado bien, en la 18ª etapa, tras dar positivo en coronavirus.
“Evidentemente, es la peor manera de empezar el Tour”, se lamentaba en meta Patxi Vila, uno de los directores de Movistar. “Enric se quejaba del hombro y la espalda, ha sido un golpe muy fuerte. Esperemos que no sea nada grave y miraremos ahora hacia La Vuelta”, resumió, y es que no pudieron ver el momento exacto en el que se fue al suelo. El único equipo español, que había construido el grupo alrededor de Mas, se verá ahora obligado a cambiar de metas: “Toca rearmar al grupo y pensar en otros objetivos día a día”. Enric estaba con el rostro perdido, con dolor físico y posiblemente también mental, porque otra vez una caída en un descenso (el del Vivero), un problema que tuvo en la primera parte de la temporada 2022 y que superó con creces en la segunda mitad.
“Estamos en shock. Ahora toca animar a todo el mundo, corredores, auxiliares... Hay que darle la vuelta a la situación. Lo más importante es que Enric está bien y seguramente se recuperará pronto”, contaba Chente García Acosta, uno de los hombres de confianza de Enric, en la meta de Bilbao. Los corredores llegaban al autobús del Movistar con caras de pocos amigos. Entre ellos Alejandro Valverde, que está estos días con sus compañeros en el País Vasco, y acompañará al equipo durante las primeras etapas. La sensación de desánimo y tristeza es la que predomina ahora en el Movistar.
“Esta noche toca reunirse y recalcular los objetivos”, contó Sebastián Unzué. Su padre Eusebio, aún no presente en la carrera, tiene previsto llegar próximamente, todavía en suelo español, y unirse a la expedición. “Fue un día de mierda. Iba poco por de detrás de Enric. Simplemente se salió de la carretera y volcó. Me detuve de inmediato, porque era nuestro líder. Simplemente llegué a la línea desde allí. Es muy desafortunado”, lamentó Jorgenson, compañero estadounidense de Mas. Por él pasará buena parte de las opciones del equipo para dejarse ver estas tres semanas.