De las lágrimas de Kiesenhofer a la alegría de Persico y Van Vleuten

El jueves, cuando Annemiek van Vleuten dinamitó la Ceratizit Challenge by La Vuelta, la arena empezó a caer. Cuenta atrás hacia Madrid, hacia su segundo maillot rojo consecutivo y hacia lo nunca visto. La corredora del Movistar, en dos etapas, cerró un pacto con la historia: salvo desgracia mañana, la neerlandesa conquistará ronda española, Giro y Tour en una misma temporada. Tras su exhibición en Colindres, quedaban pocas dudas sobre ello. Si existía alguna, hoy la ha despejado. No era una jornada de excesiva dificultad, pero sí tenía sus alicientes. Era la más larga (160,4 km) y contaba con 1.200 metros de sterrato, a nueve kilómetros de meta, y el único final en alto, por el acueducto hacia la Plaza Mayor de Segovia (4ª categoría). Sin problemas, pese a que, en una ilusión, Annemiek perdió el liderato de forma virtual durante la dilatada jornada, camino del atardecer. La vigente campeona olímpica, Anna Kiesenhofer (Soltec Team), atacando de inicio, se imaginó con el maillot rojo durante 40 kilómetros. Honor para la austriaca, que no pudo ni quedarse con la victoria de etapa, para Silvia Persico en el esprint final, y gloria para Van Vleuten.

En Madrid, la corredora del Movistar celebrará, pero la del Soltec Team también podrá sentirse orgullosa, pese a terminar hoy entre lágrimas y por el suelo, desconsolada. Su cabalgada, que arrancó en Palencia, sobre las 15:30 de la tarde, terminó en el último kilómetro del día, casi cuatro horas después. Soledad absoluta, lucha contra todo un batallón y una ilusión que se negaba a morir: ciclismo. 158 kilómetros de aventura dan para toda una vida. A 140 km de meta, partiendo como 20ª en la general, a 7:14 de Van Vleuten, le sacaba cuatro minutos al pelotón. A 130 km, 5:50. A 110 km, se situaba a un minuto del liderato. A 90 km, con 9:30 de ventaja, se vestía de rojo. Premio merecido, la mejor cara del deporte y, de repente, la peor, una caída que, sin embargo, no ponía freno a su garra. La líder, en primera persona, se ponía al frente de un pelotón que empezaba a recortar, recortar y recortar.

Inevitable. Kiesenhofer no se rendía, pero el recorrido y el tiempo jugaban en su contra. Se vaticinaba el final más cruel posible, como ocurrió, mientras la campeona olímpica repasaba mentalmente lo ocurrido en Tokio. Porque le daba esperanzas. Al oro llegó de igual forma, a través de una escapada emocional, sin mirar atrás, sin tener a nadie al lado. Su última victoria y, de hecho, la única de su carrera, quitando los campeonatos nacionales, donde este año fue segunda tanto en ruta como en contrarreloj, y una etapa en Ardèche, en 2016. Desde entonces, un mundo. El equipo murciano Soltec Team Costa Cálida la repescó a principios de agosto, cuando estaba sin equipo, pensando en esta Vuelta y hoy devolvía la confianza. Kilómetro tras kilómetro hasta el último, cuando, a las puertas de Segovia, las favoritas se posicionaban para encarar una volata reducida. Por ahí estaban Demi Vollering, segunda, Elisa Longo, tercera, o Lotte Kopecky, cuarta. También Persico, estrenando su contador de victorias tras acariciarlas en el Tour, y una Van Vleuten, sexta, que no quiso forzar. Su cabeza ya estaba en Madrid. O, incluso, en Wollongong, Australia, donde perseguirá su tercer arcoíris.

Resultados de la 4ª etapa

1ª Silvia Perisco (Valcar) - 4h 11′ 01″

2ª Demi Vollering (Team SD Worx) - m.t.

3ª Elisa Longo Borghini (Trek-Segafredo) - m.t.

Clasificación general

1ª Annemiek van Vleuten (Movistar Team) - 10h 00′ 02″

2ª Elisa Longo Borghini (Trek-Segafredo) - 1:51′

3ª Demi Vollering (Team SD Worx) - 2:18