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GIRO DE ITALIA

Mikel Landa llega al Giro de Italia más motivado que nunca

El alavés (Murgia, 32 años) suma alegrías y decepciones en el Giro casi a partes iguales: podio en 2015 y fracturas de clavícula, escápula y costillas en 2021. Ahora llega con mucha ilusión.

Mikel Landa, en el aeropuerto de Bilbao, minutos antes de tomar su vuelo a Budapest.
Diario AS

Giro de Italia de 2015. Alberto Contador sufre un pinchazo en la aproximación al Mortirolo, lo que dejaba al de Pinto en una situación delicada en la general respecto a un Fabio Aru que le podía arrebatar la maglia rosa. Pero aquel 26 de mayo se consolidó la figura de Mikel Landa (32 años) como uno de los corredores llamados a dar espectáculo en la alta montaña. Y no sólo por demostrarle al mundo que acababa el Giro más fuerte que nadie, con la capacidad de asaltar la general de no ser por una debilidad de su jefe de filas que le mantuvo con el acelerador a medio gas. Ese día el de Murgia, que venía de ganar la etapa anterior con final en Madonna di Campiglio, consiguió el que hasta ahora es su último triunfo en una ronda italiana con la que, en sus propias palabras, guarda una relación de "amor-odio".

Más allá de aquella edición en la que sumó su único podio en una gran vuelta hasta el momento, Landa ha acumulado varias decepciones en carreteras italianas. En 2019, su último año en las filas del Movistar, el vasco aterrizó en la Corsa Rosa con la intención de aspirar a todo como líder de la escuadra, pero desgraciadamente tuvo al 'enemigo' en casa en la figura de un Richard Carapaz que demostró ser el más fuerte sobre el asfalto. Más tarde, buscando mayor respaldo individual, el alavés recaló en las filas del competitivo Bahrain, pero el año pasado su golpe fue todavía más duro. Literalmente... Fractura de clavícula, escápula y costillas tras una durísima caída camino de Cattolica. El mazazo, tanto emocional como físico, le impidió recuperar su buena forma en lo que restó de temporada.

Ahora, con ilusiones renovadas, Mikel ansía resurgir al fin en la 105ª edición del Giro y alejar fantasmas del pasado de una vez por todas. "Me siento muy bien para este Giro, y después de la caída del año pasado, tengo una nueva oportunidad, me siento súper bien y confiado. Tengo un gran equipo a mi alrededor y mis últimas carreras han sido realmente positivas. Creo que todo ha ido según lo planeado en el período previo a la carrera", explicó el alavés en declaraciones a su equipo y no le falta razón, ya que ha ido de menos a más en rendimiento a lo largo de su preparación. Después de una discreta Ruta del Sol, Landa subió al podio en Tirreno-Adriático (3º, igual que en 2021) y brilló en labores de gregario en Tour de los Alpes (ante rivales directos del Giro como Bardet o Superman López) y Lieja-Bastoña-Lieja.

El conjunto del Golfo Pérsico le arropará en primera instancia con su mano derecha, un Pello Bilbao con el que viajó ayer a Budapest, escenario de la Grande Partenza de este año. La alineación la completan Wout Poels, Santiago Buitrago, Jan Tratnik, Domen Novak, Jasha Sütterlin y Phil Bauhaus. Sin duda, uno de los bloques de mayor potencial. "Llegamos al Giro de este año buscando la victoria en la general como objetivo principal", reconoció sin esconderse Gorazd Štangelj, director del equipo. La confianza en Mikel es máxima.