Miguel Indurain y la crono de un extraterrestre
En la novena etapa del Tour de 1992, Miguel Indurain firmó, la que muchos consideran, la mejor contrarreloj de la historia del ciclismo. En un recorrido exigente de 65 km, donde abundaban los repechos, el fuerte viento e incluso tramos de pavés, el navarro completó un ejercicio ‘extraterrestre’ (así lo tituló L’Équipe en su portada) sobre su bicicleta durante 1 hora, 19 minutos y 31 segundos, a una velocidad promedio superior a los 49 km/h. No sólo ganó la contrarreloj de forma apabullante (sacó tres minutos a De las Cuevas, que terminó segundo), sino que dobló a un sinfín de corredores que salieron por delante de él. Las diferencias respecto a especialistas contra el crono fueron alucinantes: más de 6 minutos a Fignon, 3:41 a Bugno, cuatro minutos a LeMond, 4:30 a Zülle… Algo irrepetible.