Barbero: "Me siento liberado, fueron meses muy duros"

Carlos Barbero (30 años) está de vuelta en el pelotón. Tras la desaparición del Qhubeka, el burgalés estaba sin equipo. De hecho, la última vez que compitió fue el 19 de septiembre, y justo llegó su momento más delicado tras una temporada en la que disputó por vez primera el Tour de Francia. Antes, había estado en escuadras como el Caja Rural y el Movistar, y cuenta con doce triunfos en su palmarés. Después de más de cuatro meses sin equipo, el Lotto Soudal anunció esta semana el fichaje de Barbero, que entrará en vigor el día 1 de mayo. Debutará ese mismo día con su nuevo maillot en el Alemania. Tras el anuncio, atiende a AS.

-Lo primero, ¿cómo se siente?

Liberado sería la palabra. Después de todo este tiempo encontrar la solución y poder estar en competición... uf, es lo que quería.

-Llega al Lotto Soudal, todo un equipo World Tour.

La verdad que es para estar muy contento. Nos pusimos en contacto a principios de abril. Ellos tienen la plantilla más corta y además han tenido lesiones, como ha ocurrido en muchas plantillas World Tour. Con tantos frentes abiertos en distintas carreras y faltando corredores, apostaron por fichar.

-¿Y estos más de cuatro meses sin equipo?

Han sido muy duros. He estado entrenando igual que otros años, de la misma manera, cuidándome, pero sabiendo que el fin de semana no tenía carrera. Era duro, pero he aguantado la forma, el peso... y llegó el momento.

-¿Se esperaba estar todo este tiempo sin equipo?

No, la verdad. Al principio en el Qhubeka nos transmitían optimismo con las opciones de poder seguir. A final de diciembre fue cuando nos dijeron que era inviable. Algunos compañeros ficharon poco después por otros equipos, como Domenico Pozzovivo (Intermaché) y Simon Clarke (Israel).

-¿Ha hablado con más equipos?

Ha habido contactos y acercamientos, pero muchos equipos ya tenían presupuestos cerrados, otros estaban con el cupo de corredores lleno... al final, cuando vas tarde al mercado es un problema.

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-¿Cuál era su motivación este tiempo?

El querer seguir haciendo lo que me gusta, lo que creo que valgo para ello. Cuando se ponen las cosas difíciles es cuando tienes que sacar carácter y hacerlo. He entrenado igual que en junio del año pasado para ir al Tour. Seguí igual, aunque sin equipo. Eso lo marca la actitud de cada uno.

-¿Se planteó en algún momento tirar la toalla?

No, nunca me puse una fecha para dejarlo. Tengo 30 años y pienso que todavía tengo buena condición para seguir.

-¿Qué espera el equipo de usted?

Ayudar en la necesidad que surja en cada momento, bien para luchar por mí mismo o para aportar al equipo para conseguir los resultados.

-Ewans, Gilbert, Wellens... un equipo de mucho nivel

Así es. También está Campenaerts, que fue compañero mío tiempo atrás. Es una mezcla, porque también cuentan con una buena cantidad de corredores jóvenes, que vienen pisando muy fuerte por detrás.

-¿Cuál fue su mayor apoyo en este tiempo?

La familia y la gente cercana, los que te ven sufrir día a día. Ellos también lo pasan mal. Ven que hace un día malo y desapacible, y que salgo a entrenar igualmente a la carretera.

-¿Seguía viendo el ciclismo por la televisión?

Sí, me gusta verlo, sobre todo en las carreras que he estado y saber lo que se siente en ese momento. En ese aspecto no he tenido problema. Por desgracia compañeros míos han tenido que dejar el ciclismo prematuramente, y otros más experimentados también, al igual que mecánicos, staff... cada vez que cierra un equipo es un desastre.

-Y ahora, ¿cuál será su calendario?

El domingo estaré en la Eschborn-Frankfurt alemana, y después iré a Francia la siguiente semana para los 4 días de Dunkerque. Estoy con muchas ganas de volver a ponerme un dorsal y volver a sentir la adrenalina de la competición.