Dylan van Baarle completó su gran día. A sus 29 años, el neerlandés del Ineos contaba con cinco victorias en su palmarés (ahora ya seis), quizas pocas para la presencia tan habitual que tiene en la parte delantera de numerosas citas. En 2021 fue subcampeón del mundo tras Alaphilippe, hace tan solo dos semanas fue segundo tras Van der Poel en el Tour de Flandes... y ahora conquista la París-Roubaix. Una victoria que en muchos casos sirve para justificar toda una carrera, y fue en gran parte gracias a la actitud de su equipo, un Ineos que puso la carrera patas arriba a 210 kilómetros de meta. Pese al gran dominio en la última década del equipo en pruebas como en Tour de Francia, el ganar en el velódromo era una de las grandes cuentas pendientes que tenían.

Van Baarle se encargó de permitir al equipo británico tachar otra carrera más en su laureada historia (desde su fundación como Sky). Van Aert, segundo, y Küng, tercero, completaron el podio. Además, no se trata de una París-Roubaix cualquiera, sino de la más rápida de la historia: 45,79 km/h en 257 kilómetros de carrera. 5 horas y 37 minutos de competición que tuvieron de todo, menos la lluvia de la pasada edición, celebrada hace tan solo seis meses por la pandemia. En su vuelta a la primavera, el sol brilló, pero la dureza fue similar. Un arranque desenfrenado y un movimiento que sorprendió a los grandes favoritos: el Ineos jugó con el viento para hacer abanicos antes de empezar los adoquines. Y lo consiguieron. Formaron un corte, todavía con más de 200 km por disputar, en el que tenía a todas sus estrellas por delante, mientras que favoritos como Van der Poel y Van Aert quedaban por detrás.

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Fue una larga persecución, en la que por detrás lograron neutralizar, pero el calentón y el esfuerzo en las piernas ya lo tenían, mientras que por delante únicamente tuvieron que aguantar. La carrera ya estaba lanzada, y la tensión no iba a cesar hasta el final. Llegaban las noticias del abandono de Imanol Erviti (en su 17ª participación, récord), pese a estar en el corte bueno en el abanico. Las caídas y los problemas mecánicos se sucedían. Fue en el último tercio de la prueba cuando los movimientos podían ser definitivos. Una pequeña escapada, que se quedó en tres corredores con Mohoric, Pichon y Devriendt, inquietó al recudido grupo de favoritos. Llegaron a tener una renta de dos minutos, y con un corredor como Mohoric, que viene de ganar la Milán-San Remo, era una ventaja a tener en cuenta. Un pinchazo del esloveno alivió al pelotón, que le neutralizó, pero no se rindió.

Fue a falta de 50 km cuando Van Baarle dio la gran muestra de que podía ser su gran día. Primer movimiento fuerte, y además en Mons-en-Pevele, uno de los tres tramos adoquinados de cinco estrellas (máxima dificultad). Van Aert tenía que salir en primera persona y, pese a sufrir un pinchazo, remontó con aparente suficiencia. Todos se volvián a juntar... y un incansable Mohoric volvía a cambiar el ritmo. Esta vez, se llevó a Lampaert. Y el esloveno volvió a llegar a la cabeza de carrera, que en ese momento era para Devriendt en solitario. Por detrás, había dudas. Fue de nuevo, quien sino, Van Baarle el que se movió, y nadie siguió su rueda. A ritmo, llegó al trío de cabeza. A 18 km del final, se marchó en solitario hacia la gloria en el Champhin-en-Pevele. Llegaba desde atrás como un tiro y no frenó.

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Entró en cabeza de carrera en el temido Carrefour de l'Abre y su ventaja aumenta, y aumentaba, y aumentaba. Por detrás, Lampaert y Mohoric empezaban a pensar en la lucha por el segundo puesto, y un movimiento de un espectador provocó que el belga tuviera una fuerte caída que le eliminaba de la lucha. Mohoric, tras verse ligeramente afectado, fue neutralizado por Küng, Van Aert y Devriendt. Van Baarle ya estaba lejos, disfrutando, dando la vuelta al velódromo con toda la tranquilidad del mundo. Y, aun así, esta Roubaix es el Monumento con mayor diferencia entre el primero y el segundo (1:47) desde 2010, tal como apunta EldrickISB en Twiiter. Una segunda plaza fue para Van Aert (un puesto muy abundante en su currículum pese al laureado palmarés que luce) por delante de Küng, pero era el día de Van Baarle... que en 2021 llegó a meta fuera de control y en la edición siguiente, la más veloz de siempre, se impone con claridad. Así concluye la 119º edición del Infierno del Norte.

Clasificación de la París-Roubaix 2022

1º Dylan van Baarle (PBA/Ineos) 5h 37:00

2º Wout van Aert (BÉL/Jumbo) a 1:47

3º Stefan Küng (SUI/Groupama) m.t.

4º Tom Devriendt (BÉL/Wanty) m.t

5º Matej Mohoric (ESL/Bahrain) m.t.

6º Adrien Petit (FRA/Wanty) a 2:27

7º Jasper Stuyven (BÉL/Trek) m.t.

8º Laurent Pichon (FRA/Wanty) m.t.

9º Mathieu van der Poel (PBA/Alpecin) a 2:34

10º Yves Lampaert (Bél/Quick Step) a 2:59

25º Iván García Cortina (Movistar) a 4:47