Mohoric gana San Remo con un descenso suicida en el Poggio
El esloveno sorprendió a los favoritos con un descenso increíble en el Poggio. Pogacar atacó hasta cuatro veces, pero no pudo. Podio para Van der Poel.
Tan agitada como la primavera es la Milán-San Remo. Por muy planificada que tengas la estrategia a seguir, la mística que envuelve a La Classicissima la hace una de las carreras más complicadas de ganar del calendario. No entiende de nombres, ni de palmarés. Así se demostró, una vez más, en una 113ª edición que tuvo todos los ingredientes esperados y en la que, a pesar del favoritismo de hombres como Van Aert, Pogacar, Roglic o Jakobsen, se impuso un Matej Mohoric brillante. El esloveno resistió la dura batalla que se libró en el Poggio entre los gallos para hacer gala de su habilidad en el descenso, donde abrió el hueco necesario que le permitió conquistar el primer Monumento de su palmarés en Vía Roma.
La rebelión de los modestos llegó de salida, con los equipos italianos muy bien representados. Consentimiento absoluto para Gidich y Zakharov (Astana), Tonelli (Bardiani), Tagliani y Zurita (Androni), Rivi y Sevilla (Eolo-Kometa) y Conca (Lotto Soudal) por parte de un sosegado pelotón. El Jumbo asumió el desgaste de la persecución y estabilizó la ventaja de los fugados en torno a los siete minutos, y no fue hasta el ecuador de la prueba cuando las cosas empezaron a ponerse serias. El conjunto neerlandés, pensando en Van Aert (Roglic declaró antes de la salida que trabajaría para devolverle el favor de París-Niza), endureció el ritmo al paso por Turchino, por lo que las diferencias entre ambos grupos bajaron paulatinamente.
Con poco o nada que hacer por parte de los ocho de cabeza, solo quedaban tres posibles escenarios: victoria en solitario, llegada al esprint o salida por el córner, por sorpresa, al más puro estilo Stuyven (campeón en 2021 y ausente este año). En ninguno de esos tres estuvo un Philippe Gilbert que en su última San Remo no aspiró a completar la colección de los cinco Monumentos. Ya en carretera costera, el fuerte viento a favor hizo que los corredores rodasen a mil por hora, un elemento que aumentaba las posibilidades de éxito de un corredor en solitario.
Casi seis horas después, llegó el plato principal. El UAE, tapadito todo el día a la sombra del Jumbo, se puso al frente en Cipressa a un ritmo infernal, primero Polanc y después Formolo, por petición expresa de Pogacar. El asalto final, como era de esperar, llegó en el Poggio. Ulissi apretó los dientes en cabeza para allanarle el terreno a Pogi y... Uno, dos, tres y hasta cuatro ataques después, Tadej comprobó que sus rivales directos seguían a rueda. No era el día... Entonces, cuando todo apuntaba a una reducida volata, Mohoric se jugó el bigote (rozó la caída en varios puntos) en una bajada de vértigo. Moneda al aire, y salió cara. Hasta la suerte sonrió al corredor del Bahrain en las últimas curvas, cuando se le salió la cadena de la bici durante un instante. Echándole el aliento en el cogote llegó el grupo, encabezado por Turgis (2º) y un Van der Poel (3º) que, en palabras de su equipo, llegó a la carrera sin expectativas. Nada mal para un entrenamiento...
Resultados de la 113ª Milán-San Remo
1º Matej Mohoric (Bahrain) - 6h 27:49
2º Anthony Turgis (TotalEnergies) - a 2"
3º Mathieu van der Poel (Alpecin) - m.t.
4º Michael Matthews (BikeExchange) - m.t.
5º Tadej Pogacar (UAE Team) - m.t.
13º Alex Aranburu (Movistar) - a 11"