Majka: "Es el mejor homenaje para mi padre"
El polaco del UAE, de 31 años, no alzaba los brazos precisamente desde su primer triunfo en La Vuelta, en La Pandera. Remató la fuga con autoridad.
Rafal Majka protagonizó una de las gestas de La Vuelta. Venció en El Barraco, tierra de escaladores, con una exhibición de otro tiempo: 125 km en fuga, 72 en solitario y coronando primero los cuatro puertos del día. Era el homenaje que le tenía preparado a su padre, fallecido a principios de año. “Lo probé de todas las maneras posibles para meterme en la fuga. Y una vez que sentí que tenía buenas piernas, lo que quería era irme en solitario. Dedicarle un triunfo así a mi padre, a mis hijos, a mi familia…”, explicó este polaco de 31 años, excelso escalador, que volvió a disfrutar de un triunfo tras cinco años sin victorias.
De hecho, la última de las 12 que figuran en su palmarés, también había sido en la ronda española, en la Pandera. Sus dotes de especialista en montaña le habían llevado a ser tercero de la general en 2015. El año anterior había demostrado su calidad en el Tour, con dos etapas (ganó otra en 2016) y la clasificación de la montaña. Pero aquel podio en la ronda española fue su mejor puesto en generales de grandes, aunque sí cuenta con cuatro top-10 en el Giro. Este año, el UAE le reclutó para ser escudero de Pogacar en el Tour. “Fue mucho esfuerzo y en esta Vuelta no me veía con la tensión de pelear por la general”, se sincera.
Lo que sí logró es un triunfo de etapa… y vaya triunfo. “Iban grandes corredores en la escapada, pero yo no soy veloz, así que sabía que mi oportunidad estaba en marcharme solo. Lo intenté pronto, pero sabía que lo tenía que dar todo y que al siguiente día llegaba la jornada de descanso, más a mi favor”, analizó el ciclista de un UAE que se convierte en la octava formación que se lleva una victoria en esta Vuelta.