Sénéchal: "Lo habíamos entrenado, yo era el plan B"

La llegada a Villanueva de la Serena fue el mejor ejemplo de cómo el Deceuninck es un equipo con todo tipo de recursos para llegar a su único objetivo: sumar triunfos. Y da igual qué obstáculo se plantee. “A falta de un kilómetro, estábamos trabajando bien para Jakobsen y de repente pinchó. Por la radio rápidamente me dijeron que tenía carta blanca, así que me preparé para luchar yo por la victoria”, explicó Florian Sénéchal, el francés que llegó a esta Vuelta como lanzador y que este viernes conquistó la mayor victoria de su carrera.

Pero tampoco fue tanta improvisación. “Entrenamos estas situaciones. Jakobsen es el plan A, pero si por cualquier razón llega mal colocado, yo soy la B”, explica este especialista en clásicas que llegó a ser campeón de la Paris Roubaix júnior en sus inicios y que acumula buenos puestos en carreras de mucho prestigio como la Gante Wevelgem (2º en 2020) o en la E3 (también segundo este año). “Se me dan bien las clásicas, pero para esta Vuelta he trabajado mucho la potencia y la velocidad, también pensando en el Mundial”, reveló el ciclista de Cambrai de 28 años.

Y es que en el Deceuninck todo el mundo tiene su hueco, y no cree que este triunfo haga que se le vea como una primera opción en los esprints a partir de ahora. “En el equipo hay gente muy veloz. Jakobsen, Bennett, Cavendish… y en los entrenamientos yo no doy mejores cifras que ellos ni les consigo ganar. Mi virtud está en que en las clásicas, de más desgaste, yo conservo mejor la potencia”, cuenta Sénéchal, que no obstante demostró su versatilidad. Porque para correr en el Deceuninck hay que ser un ganador. Así lo demuestran los 52 triunfos que suma la formación belga sólo en 2021.