"Se saltaban las lágrimas con la marea naranja en las cunetas"
El Euskaltel vive su regreso a una grande ocho años después en La Vuelta. El proyecto sigue creciendo con apoyo de importantes marcas y una gran masa social.
El Euskaltel se ha propuesto ser protagonista en La Vuelta, su regreso a las grandes tras ocho años, y de momento ha estado presentes en todas las fugas de la carrera. Pero en el Picón Blanco notaron más que nunca la ilusión que generan. “Yo viví la anterior etapa como corredor y ahora como director. Es emocionante. Se saltaban las lágrimas al ver a la ‘marea’, tanta gente de naranja en las cunetas”, cuenta Jorge Azanza a AS. “Si es que parecía que estuviésemos en Euskadi”, confirma Mikel Bizkarra, 20º en la ascensión burgalesa.
Para la Fundación Euskadi, tener a su equipo en la ronda española es la confirmación de la solidez de un proyecto que renació desde amateur con el impulso de Mikel Landa y ha logrado involucrar a empresas referencia de la zona como Euskaltel, DBA (Grupo Hafesa), Orbea, Etxeondo, Laboral Kutxa (que apoya a la cantera y al equipo femenino), Eroski... Y lo más importante, la afición vasca siente como suyo. “Es el gran valor de este proyecto, la masa social”, confirma Azanza.
Para esta Vuelta han alineado un equipo con cuatro veteranos (Maté, Lobato, Bizkarra e Iturria) y cuatro debutantes (Soto, Azparren, Martin y un Bou que ayer estuvo en la fuga). “Al final, los más experimentados intentamos aconsejarles, guiarles en el día a día. Tienen muchas ganas”, cuenta Bizkarra, quien se ha marcado el objetivo de pelear por una etapa. Todo, para que el Euskaltel siga creciendo y aspirando a cotas mayores, como explica Azanza: “¿Correr el Tour? De momento es sólo un sueño, pero La Vuelta también lo era y mira dónde estamos ahora”