Jakobsen: "Con este triunfo cierro un capítulo en mi vida"

Nada más cruzar la meta, Fabio Jakobsen se vio rodeado de ciclistas que le daban la enhorabuena por su triunfo en el esprint de Molina de Aragón. Y no sólo eran sus compañeros, sino también rivales. “Para todos ha sido un ejemplo”, coincidían varios. “Yo personalmente estoy muy contento”, afirmaba Egan Bernal. El triunfo del neerlandés, en la misma grande en la que se estrenó hace dos años antes de su terrible accidente en Polonia, parecía significar el fin de una pesadilla.

“Sí parece que puedo cerrar un capítulo de mi vida. El accidente siempre estará ahí, pero ahora quiero escribir otro”, aseguraba Jakobsen, que catalogó la victoria como “la más bonita” de su carrera. Porque lo que ha logrado el ciclista del Deceuninck es inspirador. “Estuve un mes en la UCI intentando salvar la vida. Lo primero fue la recuperación física. Perdí muchos dientes y sufrí muchas fracturas en la cara. Mi primer objetivo era ser una persona normal. Luego llegó el plano mental. Al principio tenía miedo de la velocidad, de todos los riesgos que hay en un esprint de sufrir una caída… Pero el equipo me dio tranquilidad, me dijo que me esperarían lo que fuera necesario y cuando volví, me volví a sentir bien, la formación me proporcionó un tren de lanzadores similares al que tenía antes de la caída y recuperé la confianza”, relató.

Jakobsen se expresa con una sinceridad impactante sobre el suceso en el que estuvo en riesgo su vida. “Superar aquello es mucho más difícil que ganar un esprint”, cuenta el velocista, que reconoce de todas formas que aquello le cambió. “Ahora estoy mucho más concentrado en los últimos 40 kilómetros y, sobre todo, en los últimos cinco. También mantengo más la distancia, pero no por miedo, sino porque cualquier incidente hace que no puedas disputar el triunfo. No es que frene demasiado, porque un velocista no puede frenar mucho, pero sí estoy mucho más centrado”, asegura. Un triunfo y un ejemplo de superación en el que Jakobsen no se quiso olvidar a nadie en su dedicatoria: “A mis compañeros, a mi familia, a mi prometida… y a los médicos de Polonia y Países Bajos. A todos los que han dedicado algo de tiempo para que yo pueda estar aquí haciendo lo que me gusta, correr en bicicleta”.