TOUR DE FRANCIA | ETAPA 16
Gaudu, a la estela del mentor Pinot... también en las malas
Gaudu, líder del Groupama en ausencia de Pinot, se dejó la general por un golpe de calor en el Ventoux. Va 11º y acabó noveno en Saint Gaudens.
David Gaudu disputa su cuarto Tour, el primero como líder de su equipo, el Groupama-FDJ. En 2018 descubrió la prueba y en las dos participaciones anteriores le tocó trabajar para Thibaut Pinot. En 2019 logró su mejor posición hasta ahora, 13º, un resultado que pretendía superar en 2021. Un golpe de calor en el Mont Ventoux acabó con sus aspiraciones de top-cinco (marcha 11º, a 14:13 del amarillo). Un petardazo al más puro estilo Pinot. Lo intentó enmendar con una fuga camino de Saint Gaudens, sin éxito (concluyó noveno): “Se trata de mi primera experiencia como capitán de la escuadra. La salud no me respetó y en la escapada me medí con adversarios muy duros”.
Ganador del Tour del Porvenir de 2016, en la Vuelta a España de 2020 explotó con dos triunfos parciales, en La Farrapona y La Covatilla, y un octavo puesto tras la retirada de Thibaut Pinot, a quien considera “un espejo y un mentor”, incluso en las malas: “Al principio me daba vergüenza preguntarle cosas, le veía como un ídolo, pero nos llevamos muy bien gracias a su cercanía. Me ofrece consejos y si dudo con algo, me lo resuelve pronto. También me enseñó a sufrir más y tratar de revertir situaciones difíciles, como tocó aquí”. A los 24 años, cree que dispone de la capacidad y el bagaje para ambicionar cotas más altas, pese a que no las alcanzará en este Tour, salvo que dome los Pirineos: “La Vuelta supuso un poco un punto de inflexión, allí supe que podía batir a los mejores y luchar cara a cara en una general de tres semanas”.
En la presente temporada suma dos victorias, la Faun-Ardèche Classic y la etapa de Arrate en el País Vasco. Gaudu llamó la atención de los medios cuando se conoció su VO2Max (en esencia, el volumen máximo de oxígeno que procesa el organismo) de 92, una barbaridad: “Está bien contar con unas características naturales más favorables para practicar ciclismo, pero luego existen variables como caídas, malos días, rivales más fuertes… que causan que el deporte no funcione como las matemáticas”. Así lo padeció en el Ventoux.