Guillén tras la caída masiva del Tour: "Debe tener consecuencias"
Presentado en Espinosa el final de la tercera etapa de La Vuelta, en Picón Blanco. Es el 16 de agosto, el cierre de jornada más cercano al País Vasco este año.
El alto de Picón Blanco, en Espinosa de los Monteros (Burgos) será el primer final en alto de La Vuelta 2021, ya en la tercera etapa de la ronda española, el próximo 16 de agosto. El puerto, inédito en la cita, es una exigente subida de 8,5 kilómetros con un desnivel medio del 9 por ciento con rampas que superan el 17 por ciento.
Aunque será la primera vez que La Vuelta afronte esta subida, la cima ha sido final de etapa en cuatro ocasiones en la Vuelta a Burgos con victorias de Landa, Miguel Ángel López, Sosa y Evenepoel. El director de La Vuelta, Javier Guillén, ha destacado en la presentación, el afán permanente de buscar nuevos finales en alto para la carrera y la intención de incluir montaña desde la primera semana. "El mayor espectáculo del ciclismo en ruta son las llegadas en alto. Una de las señas de identidad de La Vuelta es la innovación y estamos ante un puerto no subido antes. Y de las tres grandes carreras por etapas, la nuestra en la primera semana incluye la montaña desde el primer momento, esperamos que sea divertida", esgrime Guillén. "Esta etapa nos va a enseñar cosas, sabremos quiénes son los auténticos líderes y que alguno no está en condiciones de ganar. Pero, ojo, el que saque diferencias las tendrá que mantener".
La etapa se disputará en lunes y se desarrollará por carreteras de Burgos. "Castilla y León, Cantabria y el País Vasco son donde hay afición de más calidad al ciclismo y debe ser como una fiesta. Hubo un parón el año pasado por la pandemia, pero la Vuelta a Burgos inauguró el calendario internacional. Eso sí, no hubo fiesta, tenemos que recuperarla y tenerla las 21 etapas. Me interesa el retorno en Espinosa y a partir de la etapa en la Vuelta a España, que se anime a conocer esta zona", añadió el director de la carrera.
Por último, Guillén se refirió al accidente originado por la pancarta de una espectadora en el Tour: "Es una auténtica desgracia, pero es algo que no se puede permitir. Lo ha dicho el director general del Tour y los propios corredores. Este deporte necesita del público en la carretera, pero lo importante es el desarrollo deportivo. Si al final algo cree que no es así, que se trata de que yo salga en televisión, flaco favor nos vamos a hacer. Ha sido un hecho excepcional, pero le traslado esa peligrosidad al que porta un cartel y al que corre al lado de un ciclista. Es cuestión de todos. Lo que pasó el otro día debe tener alguna consecuencia, porque tres corredores se fueron a su casa, más las lesiones que hayan podido dejar en aquellos que estén en carrera. Era algo evitable por la vanidad de la espectadora. Espero que no vuelva a ocurrir. El público del ciclismo siempre ha sido responsable y pacífico".