GIRO DE ITALIA

Nibali tira de épica

El siciliano, campeón de la Corsa Rosa en 2013 y 2016, se rompió la muñeca hace tres semanas y no sabe cómo va a responder en carrera.

Italia
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Nibali tira de épica
Jesús Rubio

Vincenzo Nibali, el ídolo de los italianos, no sabe cómo responderá en el Giro después de sufrir una fractura de radio en la muñeca derecha. Y presentarse en la carrera de su país entre dudas no le gusta nada: "Me desagrada desconocer mi momento de forma real, ya que no pude realizar la preparación adecuada tras la lesión, pero al menos la he sanado bastante bien. En ediciones anteriores llegaba con toda la ambición de buscar el título, en esta ocasión quizá no me note listo para la batalla por la general. Veremos, tomar la salida supone un pequeño éxito".

Eso sí, a los tifosi no les importan las incógnitas acerca de su rendimiento. Aunque las limitaciones no permitan multitudes, al Squalo de Messina le aclama y le vitorea el público: "Siento que debo hacer todo lo que esté en mi mano para corresponder al cariño de los aficionados. Al país le ha tocado vivir una época muy difícil por la pandemia, como al resto del mundo, y nos merecemos que el Giro se convierta en una celebración".

A los 36 años, el siciliano, campeón en 2013 y 2016 (posee la Triple Corona, porque también conquistó la Vuelta de 2010 y el Tour de 2014), apela "a la experiencia y a la épica" para superar los inconvenientes: "Quiero pensar que mi madurez me ayudará a gestionar una situación complicada. Si las cosas no funcionan para luchar por el cajón de Milán, cambiaré los planes para cazar etapas. Me inspiro en los héroes antiguos, como Fiorenzo Magni, que terminó segundo en el Giro de 1956 (batido por Charly Gaul) con una clavícula rota".

La operación que corrigió la fractura conllevó "la colocación de una placa de titanio y de unos cuantos tornillos". Por eso Nibali baraja varios elementos para que montar en su bicicleta no signifique un calvario: "Pondremos cinta más mullida en el manillar, así como menos presión en las ruedas. Aparte, me diseñaron una férula especial por si necesito mayor sujeción y rigidez en el brazo, pese a que quizá baste con un vendaje compresivo. Si no, entre la tornillería y un brazo biónico me parecería a un robot". Ahora mismo no padece un dolor excesivo: "Me molesta, claro, pero depende de las maniobras o de las circunstancias. Por ejemplo, a veces veo las estrellas si me levanto sobre los pedales o si completo una curva profunda".

Aun así, los chequeos médicos le otorgaron vía libre: "Si los doctores me hubieran dicho que no debía competir, no estaría aquí. Tampoco iba a arriesgar como un loco a mi edad. Las tres semanas desde el accidente hasta comenzar ayudaron a la recuperación". En la contrarreloj inaugural de Turín arrancó con una 50ª plaza, a 41'' de Filippo Ganna, en tiempos de los demás favoritos. "No me quejo de cómo actué. Más adelante espero crecer. Y si no, en el Trek me acompañan dos talentos como Giulio Ciccone y Bauke Mollema". Italiano y neerlandés en principio deseaban dedicarse a conseguir victorias parciales, aunque no descartan coger el liderato del equipo de cara a la clasificación si El Tiburón no se encuentra en las condiciones apropiadas.