La Vuelta al País Vasco regresa tras la ausencia del año pasado por culpa de la COVID con un pulso de lujo, el primero esta temporada, entre los eslovenos Pogacar y Roglic, una reedición de su espectacular mano a mano en el Tour de 2020. Es una cita con mucha montaña y ambos acaparan el interés, pero no conviene descuidar el afán de Ion Izagirre por repetir el triunfo de 2019 o el siempre interesante anhelo de Mikel Landa por ser profeta en su tierra.

Como de costumbre, la Itzulia llega con una parrilla de lujo, con seis días que llevarán la carrera por las metas de Bilbao, Sestao, Ermualde, Hondarribia, Ondarroa y Arrate. Hay dos finales en alto, el martes y el cierre del sábado. La carrera se descorcha hoy con una contrarreloj en Bilbao, que abre la aventura general sobre 800 kilómetros de recorrido con un total de 22 altos puntuables, cinco de Primera. La pelea individual inicial de 13,9 kilómetro comprende una corta y explosiva subida al Alto de Santo Domingo.

Se esperan emocionantes sorpresas cada día gracias a que hay rampas hacia arriba cerca de las llegadas en todas las etapas, entre ellas la quinta, el viernes, con una ascensión a 20 km de la meta. La resolución queda para la clásica batalla final cerca de Eibar, en las pendientes de Arrate (4,6 kilómetros a casi un 9 por ciento de media).

En la línea de salida están los 19 equipos UCI WorldTour, entre ellos el Movistar, que llega con la enorme satisfacción del triunfo del eterno Valverde el sábado en el GP Miguel Indurain. Enric Mas, siempre aspirante a todo, sufrió una caída sin consecuencias, que no le impedirá partir hoy en Euskadi. También tomará la salida todo el pelotón nacional ProTeam: Caja Rural, Burgos BH, Ken Pharma y un Euskaltel-Euskadi que sigue con su sueño de devolver el naranja por las carreteras nacionales y europeas. El nuevo rumbo que ha tomado la empresa de telefonía, con la OPA de MásMóvil, ha aportado cierta incertidumbre.

Entre los candidatos también se abre paso el reciente vencedor de la Vuelta a Catalunya, Adam Yates (Ineos-Grenadiers). La Ertzaintza ha pedido a los aficionados que, dada la situación sanitaria, sigan desde sus casas la carrera.