Guillaume Martin se considera un ciclista de madurez tardía. A sus 27 años, este año dio el salto desde el Wanty al Cofidis Solutions Credit, “para vivir carreras como el Tour y La Vuelta”, en el que es el corredor para las generales de la formación francesa. Así afrontó la pasada Grande Boucle, en la que quedó 11º. “Mi forma de correr hasta ahora se basaba en estar tranquilo en los comienzos de etapa y prepararme para la parte decisiva, pero esta Vuelta estoy disputándola de forma diferente… y me encanta”, cuenta este ciclista nacido en París hace 27 años. Porque en la ronda española es protagonista casi diariamente, lo que le ha reportado vestir el maillot blanco de lunares de líder de la montaña “y cuando uno se lo pone un día, ya no se lo quiere quitar”.

Martin, como reputado escalador que es, sabe el honor que es luchar por una clasificación que tiene en su palmarés nombres como Bahamontes, Jiménez, Ocaña, Zoetemelk, Herrera… o compatriotas como Jalabert o Leblanc. Y si no lo sabía, ya se lo han recordado en su equipo. “Este maillot es la especialidad del Cofidis, mi compañero Nicolas Edet ya lo ganó y David Moncoutié terminó con él en cuatro ocasiones”, dice sobre aquel superclase francés que se hizo grande en La Vuelta vestido con este jersey y ahora comenta la carrera en la televisión francesa. En la historia de la prueba, sólo José Luis Laguía, vencedor en cinco ocasiones, supera a Moncoutié (el Chava también logró cuatro). Martin quiere “seguir esa tradición” que comenzó su compatriota en 2008 y que convierte a la formación francesa en la dominadora de la montaña española en el siglo XXI.

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Por ahora, lidera la tabla con 76 puntos, seguido de Richard Carapaz, que sólo cuenta con 30. Aún no lo tiene asegurado, pero su ventaja es amplia gracias a un esfuerzo tremendo. Martin se ha metido en la escapada en cinco etapas, con el desgaste extra que supone acelerar en cada cima. Ha puntuado en 15 de los 34 puertos puntuables que se han subido en esta Vuelta. “Aún queda terreno para ser agresivos y así vamos a seguir, lo importante es que vemos al Cofidis muy activo cada día”, analiza el francés, que ayer intentó meterse en el corte y no lo consiguió, pero en el que su equipo sí estuvo representado por medio de Perichon.

Pero Martin, un atípico ciclista que tiene la carrera de filosofía y hasta libros publicados como la novela Sócrates en bicicleta y la obra de teatro Platón y Platoche, no se conforma con lograr la montaña, sino que ganar una etapa también es un objetivo prioritario. Este año que estrena el maillot del Cofidis se ha dejado ver y hasta ha subido al podio en el prestigioso Dauphiné, pero aún le queda el reto de levantar los brazos con su nuevo equipo: “¿Si tuviera que elegir entre ganar la montaña o una etapa? Para qué elegir si se pueden lograr las dos”.