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LA RUTA DE LA VUELTA

Las celebraciones del Escayolas

Rubén Fernández cruzó la meta de Ézaro en 2016 con los brazos en alto... Creía haber ganado la etapa o alcanzado el rojo, pero Geniez había entrado antes.

Las celebraciones del Escayolas
CHEMA DIAZDIARIO AS

Rubén Fernández Andújar, murciano de Churra, corría por segundo año consecutivo el Tour del Porvenir en 2013. Esa temporada, a diferencia de la anterior, ya militaba en un equipo profesional, el Caja Rural, pero se mantenía como sub-23 en la Selección. Venía de disputar la Vuelta a Portugal, con un buen golpe de pedal, por lo que el seleccionador, Pascual Momparler, le consideraba "uno de los tapados".

Rubén se destapó en la etapa reina, la cuarta, a nueve kilómetros de la meta de Saint François Longchamp, en La Madeleine. "Pensé que me había precipitado, pero me dije: ya sigo", contó después de obtener la victoria y el liderato, que conservó hasta el final. El murciano compartió podio con Adam Yates, a 55 segundos, y Patrick Konrad, a 1:07. David Formolo fue sexto y Simon Yates, décimo. Tras aquel éxito recibió una llamada especial: "Soy Eusebio Unzué. En el Movistar tenemos la obligación de reclutar a los jóvenes talentos. Tú eres uno de ellos".

Fernández llegó al Movistar en 2015 y un año después, en la Vuelta a España, vivió otro día grande. En la tercera etapa se subía por segunda vez al Mirador de Érazo, donde ya había vencido Purito Rodríguez en 2012. Nairo Quintana, también campeón del Porvenir, en 2010, le invitó a atacar. Rubén entró con los brazos en alto. Sin embargo, el francés Alexandre Geniez ya había cruzado victorioso 21 segundos antes. “Creía que había ganado”, aclaró Rubén, que luego maquilló la versión: "Me dijeron por el pinganillo que vestía el maillot rojo y por eso lo celebré". Fuera por una cosa o por la otra, tenía motivos para estar contento.

Rubén Fernández es conocido como el 'Escayolas', no porque sea propenso a las fracturas, sino por el negocio familiar de su padre. El apodo, heredado de su hermano, que también fue ciclista, se lo puso Manolo López, director del Contentpolis-Murcia, cuando proyectaba un brillante futuro. Aquella progresión, sin embargo, no se ha completado. Esta temporada ha corrido en el Euskadi y la próxima lo hará en el Cofidis. Sin victorias desde el Porvenir y desde aquellos brazos en alto de Ézaro.