El último disparo de Contador
El pinteño venció en su penúltimo día de profesional: fue una etapa corta, de 117 kilómetros, y de enorme prestigio, porque se coronaba el Angliru.
“¡La última batalla!”, escribió Alberto Contador en la mañana de aquel 9 de septiembre de 2017, antes de tomar la salida en su penúltimo día de ciclista profesional para una etapa corta, de 117 kilómetros, pero de enorme prestigio, porque se coronaba el Angliru. El madrileño ya había vencido allí en 2008, cuando estaba en pleno esplendor. En esta última época se sentía igual de batallador, pero le costaba más ganar. De hecho, ya llevaba nueve segundos puestos en la temporada, sin poder alcanzar el éxito.
Uno de estos segundos había sido tres días antes en Los Machucos, donde no pudo atrapar al último fugado, Stefan Denifl. Dos años después, en 2019, el austriaco fue suspendido por su implicación en la Operación Aderlass contra el dopaje, por lo que Contador heredó esta victoria. Obviamente, el de Pinto desconocía este dato aquel día y lo que quería era despedirse del ciclismo con un triunfo. Desde lo más arriba. Y tenía buenas piernas para ello.
Contador se marchó en el descenso del Cordal con su compañero Jarlinson Pantano, que le llevó hasta el Angliru. Allí comenzó a remontar a escapados. Una imagen simbólica fue verle rodar con Marc Soler y Enric Mas, entonces marcados como el futuro del ciclismo español. Alberto avanzó por las duras rampas asturianas con ciertos problemas... La calzada estaba mojada, las ruedas patinaban, no podía levantarse de la bici… La dificultad aumentó la épica. El pinteño se impuso con 17 segundos sobre Wout Poels y Chris Froome, el líder de la general, que le dio un abrazo en el podio.
A las 20:24 horas del día siguiente, Contador cruzó la meta de Madrid en el puesto 26 de la etapa. Antes, el pelotón le había concedido el detalle de rodar en solitario. Fueron sus últimas pedaladas profesionales, a pesar de la insistencia del público: “No te retires, Alberto…”. Y de sus propios compañeros, Irizar y Theuns, que le cantaron: “¡Un año más!”. No cambió de opinión. Contador subió al podio para recoger el premio de Más Combativo. Y cerró su carrera con “un final mágico”. Con su último disparo.