Kelderman apuesta todo al rosa, pero Almeida salva la maglia

Wilco Kelderman apostó todo al rosa, y a punto estuvo de salirle la jugada. El neerlandés puso a tirar al Sunweb en la subida a Piancavallo como si no hubiera un mañana, porque quizá no lo haya tras la segunda jornada de reposo del Giro. Chris Hamilton y Jai Hindley, dos talentosos escaladores australianos, reventaron el grupo de los favoritos con un ritmo asfixiante. Poco a poco se abrieron Pozzovivo, Fuglsang, Bilbao, Nibali, Majka, Almeida… hasta que sólo resistieron en cabeza Hindley, Kelderman y Tao Geoghegan Hart. El portugués aguantó la maglia por sólo 15 segundos después de una agónica defensa. Acabó exhausto, tirado en el suelo y en busca de bocanadas de oxígeno. Etapas así dignifican un liderato.

Geoghegan Hart, invitado a la fiesta del Sunweb, se aprovechó del trabajo ajeno y de las fuerzas propias para lograr su primer triunfo en una grande. Y se colocó a un segundo del tercer puesto provisional, que pasó a ocupar Hindley (a 2:56). Ambos adelantaron a Pello Bilbao (a 3:10), quinto ahora, que empieza a pagar los esfuerzos de la ronda italiana y los anteriores del Tour. “Di el máximo”, aseguró el vizcaíno.

Tras golpear al palo en la contrarreloj de Valdobbiadene (su compañero Filippo Ganna le batió por 26 segundos), Rohan Dennis lo intentó desde la escapada. Agua, de nuevo. A diez km de la meta le atraparon los aspirantes al título. Aunque Geoghegan Hart consiguió la quinta victoria del Ineos en este Giro (tres de Ganna y una de Narváez) y se quedó con el cajón a tiro. Para el equipo británico se trata de un escenario muy favorable después de perder a su jefe, Geraint Thomas, por lesión. Las opciones del Sunweb también se multiplican con Kelderman y Hindley al acecho de Almeida. Veremos si pueden beneficiarse en la última semana.

Porque este lunes toca el segundo día de descanso de la carrera, clave para que las últimas seis jornadas se disputen con la máxima normalidad y con todos los corredores posibles. La organización y la Unión Ciclista Internacional (UCI) reforzaron el protocolo con 512 test rápidos, todos negativos entre el jueves y el viernes. Una parte del pelotón expresa sus dudas sobre las medidas sanitarias y pone en entredicho los datos oficiales, con voces autorizadas como el Education First o Thomas de Gendt. Otro bando, básicamente los italianos (como Nibali, Pozzovivo o el Vini), confía en que el Giro llegue a Milán “cueste lo que cueste”, como afirma el director, Mauro Vegni. Los análisis PCR y la meteorología (hay nieve en el Stelvio, Agnello e Izoard) esbozarán el desenlace de la Corsa Rosa, ya sin el Jumbo ni el Mitchelton… y con Almeida aún al mando.