El futuro de Mark Cavendish en el pelotón aún sigue siendo una incógnita después de las declaraciones que el ciclista británico realizó después de la disputa de la Gante-Wevelgem, donde 'Cav' llegó a reconocer que podría haber sido su última carrera como profesional.

Cavendish volvió a subirse este miércoles a la bicicleta en el Gran Premio Escalda donde, al igual que hiciera en Gante-Wevelgem, logró meterse en la fuga de la jornada antes de ser engullido por el pelotón en el que Caleb Ewan se hizo con el triunfo tras una accidentada volata.

En declaraciones a medios belgas tras la disputa de la carrera, el propio Cavendish confesó que quiere seguir compitiendo al máximo nivel, aunque también deslizó la idea de que podría ser su última carrera como profesional si no encuentra equipo para 2021. "No quiero parar. Amo este deporte. Pero podría haber sido mi última carrera. Quería disputar esta prueba y me encanta competir en Bélgica. Es una carrera pura que me hacxe sentir de nuevo como un niño. No tengo ganas de parar".

Cavendish, el segundo ciclista en activo en el pelotón con más triunfos (151 victorias, sólo le supera André Greipel con 160), está lejos de ese nivel que le convirtió en el esprinter más temido del pelotón y que le permitió vestirse de arcoíris en el año 2011 en una de las grandes victorias de su palmarés, donde también hay una Milán-San Remo en 2009, y etapas en el Giro, Vuelta y Tour de Francia (con 30 triunfos está a cuatro de las 34 de Eddy Merckx).

Buena parte del bajón en su rendimiento la tiene el hecho de haber contraído el síndrome de Epstein-Barr, que a su vez le asumió en un periodo de depresión que ya ha logrado superar. "Me diagnosticaron depresión en agosto de 2018. No he tomado ningún tipo de medicación. No era el momento o el lugar, pero recibí ayuda. Estaba en el lado oscuro y ahora estoy en el otro lado", declaró en una entrevista a The Daily Telegraph el ciclista de la Isla de Man, que busca ahora una nueva oportunidad en un equipo para recuperar su mejor versión en su intento de volver a ser el rey de las volatas.