TOUR DE FRANCIA | ETAPA 21
“El nacimiento de mi hija es un premio mayor que el podio”
El australiano Richie Porte alcanzó, a los 35 años y por primera vez en su trayectoria deportiva, el cajón de una grande: tercero del Tour de 2020.
Richie Porte solía quedarse despierto de madrugada para ver a los australianos competir en el Tour: “Seguía al detalle a Stuart O'Grady, Bradley McGee o Baden Cooke. Esos ciclistas son mis héroes y Cadel Evans, el mejor de todos, el primer campeón del Tour para Australia (en 2011) y podio en las tres grandes”. Ian y Penny, los padres de Porte, no se metieron a la cama el día de la crono de La Planche hasta las cuatro de la madrugada. Su hijo, de 35 años, les había dicho que alcanzaría el tercer puesto: “Cumplió, y además cuando regrese a casa le esperará algo mucho mejor que la culminación a su trayectoria deportiva”.
Porque el tasmano y su mujer tuvieron una niña en pleno Tour: “Gemma me permitió acudir y luchar por mi sueño. Ahora podré colgar de alguna pared mi foto en los Campos Elíseos (pidió que Pogacar y Roglic se quitaran las mascarillas). Pero el nacimiento de mi hija significa un premio mucho mayor que el cajón de París”. Después de tres temporadas en el BMC y dos en el Trek como líder, acaba contrato y se rumorea que su vuelta al Ineos está cerca. Él mismo lo reconoce: “Probablemente haya disputado mi último Tour como jefe, así que para mí es muy especial poner esta guinda a mi carrera”. Durante el confinamiento se entrenó en el balcón de su casa de Mónaco, y por una vez no estropeó las cosas de manera irreversible: “Mi sacrificio me costó llegar hasta aquí. Aunque casi cometí un nuevo desastre con los abanicos de Lavaur, se solucionó”.