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TOUR DE FRANCIA

Mikel Landa: "Viajo con el objetivo de ganar el Tour"

El alavés, de 30 años, voló el martes hacia Niza, donde el sábado arranca un Tour de Francia marcado por el COVID-19 y un recorrido montañoso que le favorece.

Bilbao
Mikel Landa: "Viajo con el objetivo de ganar el Tour"
MARIANO POZODIARIO AS

Mikel Landa embarcó ayer martes a las 11 de la mañana en el aeropuerto de Bilbao hacia Niza, donde el sábado comienza el Tour. Y antes reveló sus sensaciones a AS. El Bahrein convocó a sus corredores un día antes de lo habitual para reconocer etapas próximas a la salida.

-¿Cómo afronta el Tour? En la última etapa del Dauphiné se descolgó por molestias en la espalda.
-Ese susto ya está olvidado, me han tratado bien durante estos días y ya hemos solucionado el problema. Llego al cien por cien.

-¿Qué le ocurrió?
-Fue una Dauphiné muy dura y notaba molestias lumbares. Con el ritmo que se puso, que fue muy alto, no fui capaz de darle la vuelta a los dolores. Fueron a más y tomé la decisión de descolgarme de los favoritos y llegar a 20 minutos. Pero terminé.

-¿Esas molestias pueden estar relacionadas con el atropello que tuvo lugar a principios de año y que terminó con usted y con un amigo tirados en la cuneta mientras el conductor, que luego daría positivo en drogas y alcohol, huía?
-No creo. La verdad es que aquello me costó superarlo. Pero pienso que viene de otro lado, igual de demasiado rodillo durante el confinamiento o quizás lo contrario (se ríe).

-¿Cómo pasó ese confinamiento?
-Como todo el mundo, en casa. Un poco aburrido al no poder salir a entrenar y eso que vivo en un pueblo que, en ese sentido, te da muchas más posibilidades que una ciudad.

-¿Cómo ve el asunto del coronavirus?
-Complicado, pero el Tour había que correrlo sí o sí. Es la prueba más importante del año y los franceses hacen siempre las cosas muy bien.

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MARIANO POZODIARIO AS

"Va a ser bastante raro por el COVID, pero el Tour se debía correr sí o sí"

Landa

-De hecho, es algo que se ha demostrado en el Dauphiné y ahora con los Campeonatos de Europa...
-El Dauphiné ha sido el test del Tour. Todos los protocolos se aplicarán a partir de este fin de semana. Salimos de los autobuses por unas pasarelas, hay poco contacto con los medios y con los aficionados pero se protege la salud de los ciclistas. Será bastante raro.

-¿Y la medida de que con dos positivos en una semana el equipo será expulsado?
-Es un poco arriesgado pero, una vez que estemos metidos todos en la burbuja de la organización, si pasa algo se supone que la responsabilidad será suya. Son los que organizan todo, ponen los hoteles y preparan las salidas, trazado y llegadas. Otra cosa es que un auxiliar vaya a un supermercado y se contagie o que algún ciclista lo coja estos días en su casa, lo incube durante esta semana y luego dé positivo de COVID-19 el mismo sábado. Es complicado de controlar.

-Usted vive en el valle de Zuia, lugar con varios afectados en las últimas semanas. Incluso una residencia de ancianos, la Purísima Concepción, ha contabilizado ya 31 positivos.
-Pues sí, aunque yo he estado fuera del pueblo durante mucho tiempo. Desde que terminó el confinamiento apenas he parado por allí. He competido en Andalucía, Burgos, Getxo y Dauphiné y también me he preparado con el equipo revisando etapas de los Alpes y de los Pirineos. Hicimos una concentración. Sé que hay preocupación en Murgia y yo deseo que todo el mundo se recupere y que las cosas vayan mejorando. Me han comentado que los afectados están asintomáticos y que se van recuperando con normalidad.

-¿Viaja a Niza con optimismo?
-Sí, llevo con la idea de hacer un buen Tour desde principio de año y, desde que volví a la competición, me he dado cuenta de que puedo estar ahí, con los mejores. Salvo en el último día del Dauphiné, las sensaciones han sido muy buenas y vamos a optar a ello.

-Ahora mismo, ¿firma el podio o la idea es llegar a París de amarillo?
-No, voy con el objetivo de ganar. Será muy difícil porque hay otros corredores más fuertes que yo, pero ya tendré tiempo para ir conformándome con el podio.

-La lista de favoritos se reduce. Froome y Thomas no están… Evenepoel se cayó y estará fuera de la competición varios meses. El ciclismo ha regresado de una manera un tanto extraña, ¿no?
-Sí, hemos vuelto todos a correr cada carrera como si se tratara de la última. Ha habido gente que ha estado mejor y otros peor. También ha habido accidentes bastante graves y, en ese sentido, pienso que va a ser una temporada corta pero muy intensa.

-Van pasando los años y hay que tratar de ganar carreras. La nueva camada muerde…
-Desde luego, ya dije en su día que hay una nueva generación que viene pisando fuerte y que nos tenemos que ir dando prisa.

-¿Favoritos?
-Pues Roglic y Dumoulin me parecen rivales muy, muy duros y luego está Bernal con el apoyo de todo el Ineos.

-¿Le gusta el trazado?
-Sí, es de los que mejor me viene en los últimos años. Hay solo una crono, el último día, y además termina en alto. El resto de etapas van a tener mucha montaña. Me favorece.

-Es que se empieza por Pirineos, luego se llega al Macizo Central y se termina prácticamente en los Alpes. Es un no parar.

-Ya desde la primera semana, el segundo día en concreto, habrá un recorrido bastante montañoso y esperemos que eso ayude a rebajar un poco el estrés y sirva para ir poniendo a la gente en su sitio.

-Después de experiencias anteriores, ahora sí da la sensación de que va de líder único...
-Sí, y les estoy muy agradecido. Desde principio de año apostaron por mí y eso me agrada. Esa era la idea inicial y lo han demostrado en las carreras.

-Entre sus compañeros está su amigo Pello Bilbao, que el viernes pasado se convirtió en campeón de España de contrarreloj.
-Pues a ver si se me pega algo de él. Lo hizo de maravilla. No, en serio, creo que voy bien preparado en todas las facetas. Hemos trabajado duro y ahora se tienen que notar los resultados.