La seguridad en el ciclismo es cuestionada por los corredores
El pelotón ciclista alza la voz tras el grave accidente de Jakobsen, la tremenda caída de Evenepoel, las lesiones de Kruijswijk y Buchmann...
Las últimas fechas han sido especialmente delicadas para el pelotón. En Polonia, una maniobra de Dylan Groenewegen puso en riesgo la integridad de Fabio Jakobsen y el resto de esprínters. En Lombardía, la bajada de Sormano volvió a dejar la impactante imagen de un corredor caído por un barranco, Remco Evenepoel (Laurens de Plus y Jan Bakelants se salieron también en esa zona en 2017), y un coche entró en el trazado y chocó con Max Schachmann, que se rompió la clavícula. Y en el Dauphiné, el Plan Bois presentaba gravilla y zonas demasiado estrechas en su descenso, lo que se tradujo en las caídas y las lesiones de Steven Kruijswijk (con un hombro dislocado) y Emanuel Buchmann (con profundas abrasiones). La presión de una campaña tan comprimida juega igualmente su papel.
Aparte del inaceptable movimiento con el que Groenewegen cerró a Jakobsen, la llegada se encontraba cuesta abajo y las vallas no se ajustaban a las exigencias de un final a 85 km/h, sin sujeciones ni colchonetas. La Unión Ciclista Internacional (UCI) anunció una investigación, así como medidas disciplinarias para el neerlandés. Muchos de los participantes en Polonia se mostraron críticos en redes con la organización y la Asociación de Corredores Profesionales (CPA). En el Dauphiné se plantaron diez minutos al comenzar la quinta jornada después de los percances de Plan Bois. Tom Dumoulin alzó la voz: "Se trataba de un diseño de locos, por ahí no debería pasar nadie". La UCI explicó que indagará sobre la brecha causada por el vehículo que impactó con Schachmann en Lombardía, pero no por los desperfectos de la calzada en el Dauphiné o la ausencia de auxilio de distintas motos y coches a Evenepoel, ya que se intentó despejar el camino, evitar embotellamientos y que la ambulancia accediera fácilmente, como confirmaron fuentes de RCS a AS.
Al margen de la importancia capital de garantizar la seguridad, en el debate también subyace el tradicional conflicto entre los distintos actores por disputarse las cuotas de poder. Richard Plugge, el mánager del Jumbo e integrante de la Asociación Internacional de Grupos Ciclistas Profesionales (AIGCP), cargó con dureza contra la inacción de la CPA tras los acontecimientos recientes, y postuló el trabajo de los equipos "como solución a los problemas". Gianni Bugno, presidente de los corredores, le respondió tajante: "Al contrario que la AIGCP, la CPA no tiene un miembro en la Comisión de Carretera de la UCI, que se encarga de las propuestas para las normas de seguridad". Desde la CPA afirman a AS que "se necesita unidad y esfuerzo conjunto para mejorar las condiciones del pelotón". Un mantra que se repite sin resultados.