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CICLISMO | MILÁN-SAN REMO

La primavera en agosto

Una Milán-San Remo trasladada al verano por la pandemia y con un recorrido diferente puede convertir a Philippe Gilbert en una leyenda.

La primavera en agosto
MARCO BERTORELLOAFP

La Milán-San Remo, la Classicissima como es conocida esta prueba de un día o la Primavera ya que su ubicación en el calendario tradicional es en marzo, celebra su 111ª edición en un escenario muy diferente. Por un lado, por la fecha a la que le ha obligado la pandemia, en pleno agosto con lo que eso influirá en las altas temperaturas. Por otro, por las modificaciones de un recorrido ya de por sí largo (299 kilómetros), cuyos cambios de última hora la llevarán a los 305.

Variaciones que, en algunos casos, se han producido por la negativa de no pocas localidades a que la carrera pasase por su territorio. La caravana o las aglomeraciones de aficionados que esta podría provocar preocupan a los dirigentes de una zona muy castigada por la pandemia. Eso ha hecho que en esta ocasión se toque menos la costa, aunque sí contará con el picante que añadirán las ascensiones de Cipressa y Poggio. Las dos últimas dificultades previstas que decidirán si esta edición del monumento ciclista será para velocistas o valientes aventureros.

Los tres últimos ganadores, Alaphilippe (2019), Nibali (2018) y Kwiatkowski (2017) dan esperanzas a un corredor que tiene en sus piernas entrar en la leyenda. Philippe Gilbert, ciclista belga de 38 años del Lotto Soudal que fue tercero en 2008 y 2011, se encuentra ante la oportunidad de completar su colección de los cinco monumentos, algo que sólo lograron otros tres belgas como Eddy Merckx, Roger de Vlaeminck y Rik Van Looy. “Es un sueño loco, pero es posible”, llegó a decir un Gilbert que lanzó hasta su propio eslogan para difundir el reto de lograr los cinco (Strive for five). En su palmarés ya lucen dos veces el Giro de Lombardía (2009 y 2010), una Lieja-Bastoña-Lieja (2011), un Tour de Flandes (2017) y la París-Roubaix de la pasada temporada que le dejó a un solo escalón del olimpo de los clasicómanos.

Gilbert acaparará muchos focos, pero también los marcajes, a pesar de que esa estrategia de romper la carrera también puede ser el camino al que aspiren nombres como Alaphilippe, Nibali, Van Avermaet, Van der Poel o Van Aert, aunque muchos cuenten con una punta de velocidad respetable. Todos estarán pendientes de sus ruedas en un pelotón con novedosa distribución: 27 equipos de sólo seis corredores. La modificación dirigida a hacer hueco a equipos modestos que necesitan visibilidad en estos tiempos de crisis ciclista dejará a los líderes sin tanta opción de controlar la carrera. En el caso de Gilbert, la situación se agrava si se tiene en cuenta que uno de sus cinco compañeros es el velocista Caleb Ewan, la baza que se reservará su formación si tras las alrededor de siete horas de carrera todo se decide en un esprint.

Velocistas

Porque de los cinco monumentos, esta Milán San Remo siempre ha sido el más accesible para los reyes de la velocidad, de ahí que mañana tome parte la flor y nata de la especialidad: Sagan, Démare, Viviani... En cuanto a la participación española, Iván García Cortina (Bahrain) y Alex Aranburu (Astana) parecen los más cualificados para brillar en este regreso de la Clásica de la Primavera. Aunque estemos en pleno de agosto...