CICLISMO

Carlos Verona y el rodillo: de "enemigos" a futuros aliados

El madrileño, afincado en Andorra, pasa a ser uno de los veteranos del Movistar en su segunda temporada. Estará en la Vuelta a Burgos que reanuda el calendario.

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Carlos Verona y el rodillo: de "enemigos" a futuros aliados
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Carlos Verona, tras cumplir su primera campaña de adaptación en el Movistar, afrontaba la segunda con ilusión después de un invierno en el que se llevó a cabo una revolución en la plantilla y él, en su segunda temporada, partía como uno de los veteranos por su dilatada trayectoria pese a contar con 27 años. Debía hacer también de integrador con los extranjeros nuevos. "Yo estuve en esa situación al principio de mi trayectoria", dice. La crisis sanitaria provocó que solo haya competido en una carrera este año: el Tour de Colombia. "Allí no llegué al 100%, ya que fui con la intención de prepararme para las pruebas de Europa. Iba a acudir a la París-Niza, pero el equipo decidió suspender antes la actividad y luego todo el ciclismo paró", cuenta Verona desde Andorra.

Lo positivo que saca de este confinamiento es haber pasado tantas horas con su hijo y su hija, de uno y dos años. "Das más valor al tiempo", añade. Como la mayoría de corredores, el rodillo fue su gran amigo en la cuarentena. "Antes de que pudiéramos salir a la carretera aquí completaba dos sesiones de rodillo en casa. Una en ayunas y otra, después. Precisamente, antes veía al rodillo como el enemigo, y ahora creo que en las próximas pretemporadas lo emplearé más, ya que en Andorra tenemos mucha subida y bajada con mal tiempo y hemos comprobado que en situaciones concretas puede ser ventajoso". Sus semanas estaban repletas de ejercicio, con un día de descanso, "y algunas semanas ni eso".

Carlos Verona en Andorra

Cuenta con un pequeño gimnasio en su residencia, que le permitió entrenarse a buen nivel durante unos meses que ha llevado "relativamente bien". El de San Lorenzo del Escorial no pudo bajar a Madrid ("Siempre suelo ir en mayo") y ahora prepara el regreso a la competición, que ocurriría en la Vuelta a Burgos a finales de julio y con él entre los elegidos. "Si se puede correr finalmente, será muy especial". En los planes para el curso, Verona está en la preselección del equipo para el que se convertiría en su segundo Tour con el Movistar: "La carretera dirá. Esta temporada seguro que habrá sorpresas, especialmente en corredores de segunda línea".