CICLISMO

Primavera en el rodillo

Este sábado se tenía que disputar la Milán-San Remo, uno de los Monumentos más representativos de la Primavera ciclista.

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Primavera en el rodillo
Instagram Ivan_Cortina

Milán, el trágico epicentro del coronavirus en Italia, tenía que ser este sábado el del ciclismo mundial. La Classicissima, la Milán-San Remo que se convierte cada temporada en el primer monumento, no celebrará su 111º edición. Desde la primera, en 1907, sólo se dejó de correr en 1916, por la Primera Guerra Mundial, y en 1944 y 1945, por la Segunda. El resto de monumentos previstos para esta estación, París-Roubaix, Tour de Flandes y Lieja-Bastoña-Lieja, han sufrido la misma medida. Sólo el otoñal Giro de Lombardía se mantiene a día de hoy.

A la espera de si el calendario se reconfigura (con problemas como dónde encajar las tres semanas del Giro), algo que no ocurrirá hasta que se vea la luz a la grave situación, el ciclismo se encuentra parado y, en muchos casos, confinado. Se debate si los corredores profesionales deben tener permitido entrenar en exterior (porque es su trabajo), como sí ha aceptado Bélgica o puede hacer Chris Froome en Sudáfrica. Sin embargo, la mayoría (españoles, franceses, italianos...) deben intentar mantener la forma con trabajo de rodillo y en casa.

"Por la mañana hago un poco de rodillo en ayunas. A media mañana, series de fuerza. Por las tardes, gimnasio. Y cuidando la alimentación", explica Alejandro Valverde, que junto a otras figuras del Movistar, equipo que fue de los primeros en retirarse de la competición al ver la gravedad de la situación, lleva a cabo una campaña en redes para recomendar a los aficionados ejercicios durante el confinamiento. Situación que se puede extrapolar al resto de profesionales, que improvisan maneras de mantenerse activos por medio de aplicaciones de ciclismo interactivas, como muestra en sus redes Iván García Cortina (Bahrain), uno de los españoles que más en forma llegaba a esta primavera.

"Sin embargo, el rodillo sirve sólo para minimizar la pérdida del estado de forma que se había logrado antes, pero el trabajo de base se consigue en la carretera. No es lo mismo. ¿El ciclismo virtual? Es divertido, porque simula trazados reales. Sirve para amenizar, porque el rodillo en sí, es un tostón", explica a AS Jorge Azanza, exciclista licenciado en Ciencias de la Actividad Física y director de la Fundación Euskadi. Un equipo que, no obstante, ha sido muy rotundo sobre la situación que se está viviendo: "Primero, que paren los contagios y muertes en la sociedad, y luego ya veremos nosotros cómo nos ponemos en forma".