"Quiero ganar la París-Roubaix por primera vez para EE UU"
Quinn Simmons, campeón mundial júnior en 2019, debuta como profesional en el Trek con un objetivo claro, "aunque a los 18 años hay que aprender".
Quinn Simmons se proclamó campeón del mundo júnior en 2019 en Yorkshire. Sabedores del potencial de este norteamericano de 18 años, los directores del Trek le firmaron para 2020 y 2021. Y él lleva desde diciembre concentrado en Mallorca para preparar su debut profesional: “El ciclismo ahora es mi trabajo, así que me entrego al 100% a desempeñar lo mejor posible la labor que me encomienden. Me estreno en la Challenge y me gustaría realizar un buen papel”. No le importó saltarse las Navidades en su casa de Durango (Colorado). “Eso sí, sólo aprendí a pedir café en castellano después de un mes aquí”, cuenta con una carcajada.
Pese a su juventud, se trata de un corredor fuerte de 1,85 y 71 kilos: “Supongo que todavía me falta desarrollo, pero, como no me afeito, parezco mayor y más robusto”. No en vano se forjó en el esquí de fondo, el mountain bike y la escalada en su ciudad natal, a la vera de los parques de las Montañas Rocosas: “A los 17 aposté por el cambio a la bici de carretera… y no me quejo de la decisión”. La campaña pasada alcanzó 13 triunfos en la categoría júnior: “26 si sumamos las victorias fuera de la condición UCI”. Un dominio similar al que ejerció Remco Evenepoel en 2018: “No me agradan las comparaciones, aparte de que me considero un ciclista diferente: a él se le da bien subir y la contrarreloj. A mí, las clásicas. Sin embargo, ojalá logre su impacto en mi primera temporada en el World Tour”.
A Simmons le motivan las pruebas de un día y sueña con la París-Roubaix: “Aunque debo salir a aprender y a coger experiencia en mi curso como neoprofesional, también pretendo conseguir algunos éxitos. Desde siempre me encantó la Roubaix, deseo convertirme en el primero de los Estados Unidos en alzar el adoquín”. Los ídolos de su niñez ganaron esta carrera: Tom Boonen, Fabian Cancellara y Peter Sagan. “Cuando termine las competiciones iniciales de mi programa me mudaré a Bélgica para centrarme en las clásicas del norte. Viviré en Oudenaarde, meta del Tour de Flandes. Espero madurar y aspirar a cosas importantes en dos o tres años”. Uno más a añadir a la lista de promesas del pelotón internacional.