Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

CICLISMO

"País Vasco fue especial y la Vuelta, un duro golpe"

Ion Izagirre tuvo un brillante 2019 con tres victorias pero se dejó una asignatura pendiente en la Vuelta. Sabe que en 2020 las carreras de una semana volverán a ser su momento.

El ciclista del Astana Ion Izagirre posa en una entrevista para AS.
ALBERTO IRANZODIARIO AS

- ¿La temporada 2020 se afronta de otra manera después de que volviese a lograr buenos resultados la campaña anterior?

- El 2019 creo que fue un buen año, llegaron las victorias (ganó la Volta a la Comunitat Valenciana y la Itzulia, además de una etapa en París-Niza) y con eso ya logré tranquilidad, sobre todo con la victoria en casa. Para mí fue especial. Estar arriba del podio parecía que se me resistía. Al final cambié de equipo y parece que cambió la suerte.

- ¿Cree que influyó llegar al Astana?

- No, todos los equipos son diferentes y tienen cosas buenas o malas. Pero también logré buenos resultados en Movistar y Bahrain... Hay veces que el trabajo es bueno y las cosas no salen. En 2019, por fortuna, volví a ganar.

- ¿Cómo se plantea este nuevo año?

- Tengo un calendario claro en esta primera parte: Valencia, Andalucía, París-Niza, País Vasco y las Ardenas antes del Tour, donde le echaré un cable a Superman López, a ver si logramos hacer algo importante.

- El Tour 2020, con el debut de Superman, será un objetivo prioritario para el equipo.

- Es una carrera especial y llevaremos un bloque fuerte. Luego la carretera dictará si merecemos estar arriba. Lo único que esperamos es que nos acompañe la suerte, ya sabemos que las caídas, las averías... también influyen.

- Astana se ha labrado una imagen de equipo superofensivo y este año se espera mucho de ese Tour con López al mando. ¿Cómo le va a usted esa forma de correr, siempre al ataque?

- Bueno, al final en las carreras hay tener todo en cuenta y está claro que no se puede ir al ataque todos los días, hay que analizar la carrera, cómo está el líder, los rivales... Todos tenemos fuerzas limitadas y los esfuerzos de más, luego se pagan. Es verdad que este equipo se caracteriza por la agresividad, con López, que es muy espectacular... Pero la sangre fría es muy importante para hacer cosas importantes y ahí entran los directores. Debemos aprovechar esa agresividad, pero con inteligencia.

- Es curioso cómo un equipo kazajo se ha formado una identidad así, tan latina, debido a la cantidad de corredores españoles y colombianos que tiene.

- Es importante a la hora de hacer grupo y es verdad que esa afinidad existe, pero es un equipo familiar donde nos llevamos bien. Y que somos todos profesionales y acatamos nuestras funciones, clave para ese buen ambiente.

- Hablando de funciones: López al Tour, Fuglsang al Giro... ¿Su momento volverán a ser las pruebas de una semana?

- Sí, es un objetivo, que ese tipo de carreras pueda salir a disputarlas. He conseguido demostrar que en Valencia, en Andalucía fui segundo, París-Niza, ganar en País Vasco... Cada vez las conozco mejor y me van bien. En las de tres semanas veremos qué planes tiene el equipo, sobre todo para la Vuelta. En 2019 la preparé con mucho mimo y me salió fatal. Fue un golpe moral, pero debo aprender los errores.

- ¿Cómo vive un corredor importante como usted levantar expectativas, por ejemplo en la pasada Vuelta, y que luego no salgan las cosas?

- Como digo, es un golpe moral, para mí la Vuelta fue duro. Llevaba desde después del Giro pensando en la Vuelta, preparándola desde junio, revisé casi todas las etapas... Quería hacer la general lo mejor posible, en Polonia antes me encontré bien, pero luego llegué a la Vuelta, en la que ganamos la crono por equipos el primer día... y de repente te pegas contra la pared, ves que en las etapas claves no vas. Entonces uno tiene que saber cambiar los objetivos y ver en qué puede ayudar. Nosotros en la pasada Vuelta teníamos a López y me centré en echarle una mano.

- Se ha visto a Gorka, sobre todo, pero también a usted preparándose este invierno en el ciclocross.

- Sí, Gorka ha hecho muchas carreras y yo también he probado, pero no me sentí bien físicamente y decidí parar unos días. Es una modalidad que viene bien y que, en nuestro caso, la hemos practicado desde cadetes. Es muy diferente a la carretera, es muy familiar, los adversarios coinciden en todas las carreras. Es una hora a tope, muy técnica, con tramos a pie. A veces los directores no quieren por los riesgos, aunque en realidad una caída en carretera puede ser mucho más duro. Y es verdad que Van der Poel, Van Aert... han influido en hacerlo más popular.

- Por cierto, ¿habló con Landa antes de ir a Bahrain, equipo en el que usted estuvo? ¿Qué le parece su marcha de otro exquipo suyo como el Movistar?

- La verdad es que no hablé con él, pero bueno, si él ha cambiado será porque se decidió que era lo mejor. Mi experiencia allí fue muy buena, aunque ahora han cambiado mucho. Ahora el Movistar tiene a Enric Mas, que es otro corredorazo, a Marc Soler más consagrado... Seguro que hacen un buen año. Todas las temporadas lo hacen.