La temporada 2019 de ciclismo fue puro espectáculo, pero la sombra del dopaje volvió a oscurecer la reputación de este deporte. Y es que tal y como refleja el informe del 'Movimiento Por un Ciclismo Creíble' publicado el pasado sábado, el último año se vivió un importante incremento del dopaje en el ciclismo.

"En este último año hemos notado una ruptura con la tendencia del pasado más reciente. Este aumento repentino se observó igualmente en el ciclismo de masculino y femenino, y en el ciclismo de pista y de carretera. El ciclismo ha pasado de la 13ª a la 5ª posición en sólo un año en lo referente a positivos descubiertos", relata el informe, sin duda, una situación alarmante que en los últimos años había ido a menos.

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Un aspecto que sin duda ha influido en el aumento del dopaje en 2019 fue la Operación Aderlass, que reveló la existencia de una red de dopaje sanguíneo en el que se vieron implicados varios deportes como el esquí y el ciclismo. No obstante, según el informe del Movimiento Por un Ciclismo Creíble, el caso Aderlass no explica por sí solo el tremendo aumento de positivos en el último año: "Esta operación policial, llevada a cabo en estrecha colaboración con los investigadores de la AMA (Agencia Mundial Antidopaje), por sí sola no explica el aumento vertiginoso en el número de infracciones. Además, sirvió como recordatorio de que el dopaje puede ir en espiral en todos los equipos, incluidos aquellos comprometidos con el MPCC. Se están utilizando dos hipótesis: primero, un renovado interés en el dopaje y segundo, la elaboración de mejores pruebas de dopaje". Esperemos que la situación se revierta en 2020.