Antes de la etapa, Gilbert iba en el bus examinando cada detalle de la jornada en el ipad. La tenía marcada en rojo. El veterano corredor belga de 37 años estaba entusiasmado con la idea de ganar en el País Vasco, donde el ciclismo se vive “como en Flandes”. “La etapa me venía bien, hice hasta 20 arrancadas para meterme en la escapada, sabía que el final se parecía a una clásica de las Ardenas, aunque se corre diferente”, explicó tras conquistar su sexta etapa en la Vuelta y su décima en grandes vueltas, como bien mostró con su celebración en la llegada con las manos abiertas. En la escapada contó con la ayuda de un compañero de mucha calidad como el Tractor Declerq (“este triunfo también es suyo) y en la subida final a Arraiz se midió a dos jóvenes valores españoles como el vasco Aranburu (otra vez segundo para un Caja Rural que es el único equipo invitado que no ha ganado) y el aragonés Barceló, que buscó la segunda consecutiva para el Murias. “Desde el coche me decían que siempre con Gilbert, pero claro, estamos hablando de uno de los mejores corredores del mundo” , aseguró Barceló. Aranburu, tras dar otra vez en el palo, necesitó unos momentos para asimilar que otra vez no pudo rematar: “Sabíamos contra quién estábamos corriendo, una pena” .
Antes de la etapa, Gilbert iba en el bus examinando cada detalle de la jornada en el ipad. La tenía marcada en rojo. El veterano corredor belga de 37 años estaba entusiasmado con la idea de ganar en el País Vasco, donde el ciclismo se vive “como en Flandes”. “La etapa me venía bien, hice hasta 20 arrancadas para meterme en la escapada, sabía que el final se parecía a una clásica de las Ardenas, aunque se corre diferente”, explicó tras conquistar su sexta etapa en la Vuelta y su décima en grandes vueltas, como bien mostró con su celebración en la llegada con las manos abiertas.
En la escapada contó con la ayuda de un compañero de mucha calidad como el Tractor Declerq (“este triunfo también es suyo) y en la subida final a Arraiz se midió a dos jóvenes valores españoles como el vasco Aranburu (otra vez segundo para un Caja Rural que es el único equipo invitado que no ha ganado) y el aragonés Barceló, que buscó la segunda consecutiva para el Murias. “Desde el coche me decían que siempre con Gilbert, pero claro, estamos hablando de uno de los mejores corredores del mundo”, aseguró Barceló. Aranburu, tras dar otra vez en el palo, necesitó unos momentos para asimilar que otra vez no pudo rematar: “Sabíamos contra quién estábamos corriendo, una pena”.