Herrada, a solucionar “una anomalía histórica” del Cofidis

El Cofidis, una de las escuadras clásicas del Tour de Francia y del pelotón internacional (rueda desde 1997), no gana en la carrera de su país desde 2008, cuando Sylvain Chavanel se impuso fugado en Montluçon. Según el mánager del equipo, Cedric Vasseur, se trata de “una anomalía histórica”. ¿Y cómo pretende repararla? “Con Jesús Herrada y, antes de que se retirara, con Christophe Laporte”. El español, para meterse en las escapadas y pelear por las jornadas de montaña. El francés, para disputar los esprints, ahora un vacío (y Nacer Bouhanni, en casa).

Jesús Herrada (Mota del Cuervo, 28 años) acaba de renovar su contrato con Cofidis hasta 2021. Como José, su hermano mayor. En los planes de Jesús no entraba el Tour esta temporada. Sin embargo, su rendimiento reciente (con cuatro victorias en junio: el Tour de Luxemburgo y dos parciales, y el primer Mont Ventoux Challenge) provocó un cambio de programa. Vasseur se lo pidió: “Normalmente Jesús habría pensado en la Vuelta, pero verle exhibirse en el Ventoux, su facilidad de pedalada y cómo le aguantaba a Bardet… nos pareció que debíamos aprovechar la oportunidad de lograr otro éxito similar en el Tour”.

El conquense confirma las palabras de Vasseur: “Quizá llegué en uno de los mejores momentos de mi trayectoria deportiva. He conseguido cinco triunfos en 2019 (a los cuatro de junio une el Trofeo Felanitx en Mallorca). Ojalá me estrene al fin en una grande, buscaré cualquier ocasión para filtrarme en fugas”. Camino de Brioude se quedó fuera del corte definitivo. Bagnères-de-Bigorre supondrá una nueva opción de brillar. Herrada descarta la general: “No lucharé por la clasificación, prefiero una etapa. Claro que me encantaría alcanzar el top-ten, aunque un top-15 o top-20 en el Tour cuesta también muchísimo”.

En su segunda campaña con el Cofidis se siente “totalmente integrado y valorado”, después de permanecer en el Movistar desde 2011 hasta 2017: “Me manejo bien en francés, los directores confían en mí y gozo de más libertad para establecer objetivos”. Pese a que le ha tocado acudir al Tour para intentar solucionar “una anomalía histórica” y a que si luego participa en la Vuelta acumulará alrededor de cien días de competición: “Poco a poco… y sin presión”.