La 7ª jornada del Giro de Italia es otra etapa en la que puede pasar de todo, con un final para llegadores en cuesta pero con un terreno anterior propicio para fugas y emboscadas. Los 185 km entre Vasto y L'Aquila (localidad devastada por un terremoto hace justo diez años) arrancan al lado del mar y giran por el interior para recorrer un terreno con muchos repechos y un puerto, Le Svolte Popoli, un segunda que se corona a 47 km de meta.

Sin embargo, es el final lo que más llama la atención. Diez kilómetros en continuo sube y baja con los 1.000 metros finales en cuesta con porcentajes que llegan al 11%. Una oportunidad para los llegadores, siempre y cuando no se deje llegar a la fuga como este jueves. Aunque parece que la nueva maglia rosa, Valerio Conti, podría tener más interés que Roglic. En cuanto a los hombres de la general, importante que en ese complicado final no sean sorprendidos por cortes.