El Tour de Omán (del 16 al 21 de febrero) cumple en 2019 su décima edición. La carrera, organizada por ASO (empresa que también realiza el Tour de Francia), se ha convertido en una cita clásica del inicio de temporada. A dos días de su inicio, la prueba fue presentada en Mascate, capital del país. Allí, las autoridades locales, representadas por Salim bin Mubarak Al Hasani (presidente del comité organizador), mostraron su satisfacción por la proyección que la cita da anualmente a su país.

En el plano deportivo, Pierre-Yves Thouault (directo deportivo), alabó las posibilidades que ofrece el país para el ciclismo. "Tiene una holografía que permite seguir la filosofía del Tour. Asegura espectáculo y tiene todo tipo de terrenos para que los diferentes ciclistas tengan su oportunidad. Los países también son bonitos y el viento siempre es un factor que puede cambiar todo. Además, Omán también tiene su Alpe d'Huez: la Green Mountain", apuntó.

En 2019, la carrera, en la que participarán 18 equipos (sólo el Euskadi-Murias, español), tendrá 906 kilómetros repartidos en seis etapas. "La primera y la última cumlen un importante perfil para los sprinters, pero el resto tendrá montaña y habrá sorpresas", apostó Franck Perque. Además, el manager deportivo destacó la quinta etapa, que tendrá final en la Green Mountain, con sus 5,7 kilómetros de longitud al 10,5% de desnivel medio. Una jornada, que será la penúltima "y descisiva", añadió. En cuanto a nombres, Kristoff, Bouhanni o Demare pugnarán por los sprint, y ciclistas como Van Avermaet, y su nuevo CCC, Alexéi Lutsenko (ganador en 2018), Domenico Pozzovivo o Jesús Herrada pugnarán por el triunfo final.