Una ruta con bicicletas clásicas, maillots retro, por el Canal de Castilla y con Federico Martín Bahamontes de padrino. Fueron los ingredientes de lujo del Gran Premio Canal, que se disputó en Medina de Ríoseco, esa localidad de Tierra de Campos convertida durante tres días en una joya del ciclismo vintage. “Fue muy especial contar con una figura de la talla de Bahamontes, que recibió un cálido homenaje a sus 90 años en La Posada del Canal en Villanueva de San Mancio”, dice David Esteban, alcalde de Medina de Rioseco.

A la llamada ‘Roubaix de Castilla’, por los caminos de tierra del Canal, acudieron 200 aficionados, con maillot de equipos clásicos como Grundig, Kas... Hubo un mercadillo con piezas de colección en la calle Mayor y una exposición de Raphael Ochiuzzi, “uno de los mejores coleccionistas de Europa, que llevó preciosidades". 

“Ha venido gente de todo el mundo para conocer esta prueba que lleva ya seis o siete años y cada vez se ven bicicletas y maillots más bonitos”, afirma Esteban, que relata como un italiano de Vicenza, de 60 años, acudió expresamente a conocer a Bahamontes, ídolo en el bucólico Canal de Castilla.

El alcalde David Esteban, que habla de cómo un escritor de la tierra, Raúl Guerra, definió la calle Mayor de Medina como la más bonita del mundo dice que tuvo una revelación cuando estaba viendo el Tour de Francia: “Vi las imágenes del Canal de Midi en el Tour y tuve el sueño de que alguna vez la televisión emita imágenes de la Vuelta a España en el Canal de Castilla”. De momento, tienen la Roubaix de Castilla.