AIejandro Valverde rompió una maldición el pasado 30 de septiembre que le venía persiguiendo toda su carrera: el oro mundial. Tras subirse seis veces al podio, a la séptima consiguió el preciado metal. Ahora, en el Giro de Lombardía, tratará de quitarse la espina en otra de las carreras que aún no está entre sus 122 triunfos. Fue segundo en 2013 y 2014, tras Joaquím Rodríguez y Dan Martin respectivamente. Es el último Monumento del año, el único en otoño, con algunos corredores ya con la temporada terminada, como el caso de Alaphilippe. Valverde, durante algunos años, no ha llegado en plenitud tras la disputa de Tour y Vuelta o incluso también el Giro, como en 2016, pero ahora llega en buena forma.

En total, 241 kilómetros entre Bérgamo y Como que este año presentan una novedad, ya que la subida a San Fermo, habitual en el tramo final, no estará. De esta forma, el tríptico de ascensiones formado por Ghisallo (con el tramo final de ascensión al 9,5%), el complejo Muro de Sormano (rampas que llegan al 27%) y Civiglio, a trece de meta, donde Nibali realizó el ataque y el posterior descenso estelar que le llevó a la victoria.

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El Tiburón, ganador además en 2015, y Dan Martin, son los únicos vencedores que estarán en esta edición. Tras Valverde, Pinot y Woods son dos de los grandes favoritos en el broche final al calendario europeo. No serán los únicos, ya que el elenco de estrellas es cuantioso: Bardet, Adam Yates, Egan Bernal, Bauke Mollema... y Gianni Moscon, que para los italianos es más favorito que Nibali. Su gran estado de forma le avala. Valverde tratará de cerrar su 2018 mágico con otro sueño cumplido, aunque el más importante ya se hizo realidad.