Hoy ha tocado el día de descanso, un día para recuperar los esfuerzos y para descansar sobre todo. Hemos dormido sin alarma hasta que nos hemos despertado. En mi caso, tampoco ha sido mucho, sobre las ocho y media estaba despierto seguramente por la rutina de todos los días.

A la mañana hemos salido en bici durante hora y media, un paseo tranquilo, y hemos parado para tomar un café. Se trata de eso, de recuperar: comer, siesta, que viene muy bien, un masaje más completo que los días anteriores, y cenar y para la cama. Mañana vuelve a haber etapa, empieza la segunda semana, una semana que por recorrido es la más dura para mí. Son etapas de montaña muy exigentes.

Llegamos al norte y esperamos que el calor no apriete tanto; se supone que tendremos temperaturas más frescas y a ver si nos ayuda a tener mejores sensaciones y a seguir en la línea que llevamos, siendo protagonistas, todos los días en las fugas, y luchando por esa victoria que buscamos.