Simon Yates improvisó y atacó: "No era el plan, me dejé llevar"

Cuando todo el mundo esperaba que el Lotto-Jumbo lanzara su ataque tras endurecer toda la subida final a La Alfaguara, fue Simon Yates el que saltó y abrió hueco. El británico del Mitchelton sorprendió. No porque se dude de su estado de forma, ya que él mismo aseguró que viene a esta Vuelta “a ganarla”, sino porque después del desfallecimiento final en el Giro, había declarado que se intentaría dosificar.

Y esa era su intención, al menos al principio. “El Lotto-Jumbo estaba realizando un gran trabajo, poniendo un ritmo fuerte y endureciendo mucho la subida, pero de repente empecé a notar que iban bajando la velocidad, que se frenaban... y vi la oportunidad”, explicó luego en meta después de sacar 27” de renta al grupo donde marchaba el líder Kwiatkowski.

Un ataque improvisado. “Me dejé llevar. Atacar en esta ascensión no formaba parte del plan que íbamos a seguir, pero se dieron las circunstancias y me sentí bien, así que lo intenté”. Una actitud agresiva que le está dando réditos este año, temporada en la que ya suma seis victorias y todas de categoría World Tour: logró etapas en París Niza, Cataluña, tres en el Giro y una en Polonia antes de desembarcar en la Vuelta como líder de un Mitchelton que confía en él para hacer cosas grandes en la ronda española.

De hecho, la escuadra australiana ha presentado uno de los bloques más fuertes de la carrera, con ciclistas para todos los terrenos. “Tenemos hombres para pelear por la general, controlar la carrera, ganar etapas...”, decía en la presentación satisfecho. Incluido su hermano Adam Yates, otro escalador de nivel que para esta carrera acude con la ambición de ayudar a su hermano: “Es raro, cuando corremos juntos hay uno al que no le va bien. Esperemos que eso cambie”.