Luis Ángel Maté vivió una jornada especial este domingo en la Vuelta. El corredor del Cofidis fue protagonista de la etapa que salía de su tierra, Marbella. Ya en el control de firmas los espectadores le brindaron una sonora ovación. También se paró con muchos paisanos para hacerse fotos, pero no quiso que ese fuese su única aportación. Se metió en la fuga del día, formada a los dos kilómetros, estuvo activo, pasó por delante en los puertos de Ojén, Guadalhorce y Ardales y, aunque la escapada no llegó, sí subió al podio como líder de la montaña y ganador de la combatividad.

La sonrisa con la que recogía los premios en Caminito del Rey parecía mostrar lo que había disfrutado: “Se recorrían las carreteras por las que salgo a entrenar, por donde he crecido y me he hecho ciclista, y mi idea desde el principio era estar en la escapada y pelear por todo”.El premio fue un maillot de la montaña que piensa defender: “Ya que lo tengo...”. Y este lunes podría atacar pronto a por los puntos del puerto de primera, el Madroño. Para el Lince, esta Vuelta es especial, y no sólo porque ha arrancado en su tierra. Tras no correr el Tour por primera vez desde 2011, aseguró desde el primer día que está “más fresco y mejor que nunca”.