Los casos de los corredores Ibai Salas (Burgos) y Vicente García de Mateos (Louletano) son los dos primeros que registra el pasaporte biológico instaurado por la Agencia Antidopaje (AEPSAD) para los deportistas españoles. Los nombres de dos ciclistas más pueden publicarse en breve. Según confirmó Diario As, Salas cuenta con valores anómalos en enero y en junio de 2017. Respecto a García de Mateos, tiene más de cinco irregularidades a lo largo del tiempo, porque su perfil comenzó a elaborarse en 2015.

Ambos se encuentran suspendidos de manera temporal y sus alegaciones ya han sido estudiadas por el laboratorio de Lausana, especializado en el pasaporte. En cuanto se traduzcan sus conclusiones, y si no se aceptan las explicaciones de los corredores, se producirá una propuesta de expediente sancionador. Los dos implicados podrán apelar ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha preguntado ya a la AEPSAD por la situación de Salas. Después de que Igor Merino diera positivo por GHRPs (hormona del crecimiento), el Burgos-BH sumaría dos infracciones por dopaje (siempre que se conviertan en firmes) en menos de un año. El reglamento de la UCI estipula para los equipos castigos de 15 a 45 días sin competir. El positivo de 2017 por EPO de David Belda (que ha recurrido a la justicia ordinaria) no se incluiría en este lapso.

No obstante, las resoluciones definitivas sobre Salas y García de Mateos quizá tarden en conocerse al tratarse de las primeras detecciones del pasaporte de la Agencia. Esa demora jugaría a favor del Burgos, que dispone de una invitación para la próxima Vuelta (del 25 de agosto al 16 de septiembre).