Victoria de pillo para Peter Sagan en la Gante-Wevelgem 2018 (su tercera). Fue el más listo cuando se seleccionó la carrera, a falta de 30 kilómetros. Dio relevos, sí, pero guardando. Y en la llegada final vació el depósito para castigar a Viviani, que acabó segundo y llorando . Tercero fue el francés Démare.
La jornada empezó tranquila y hasta el kilómetro 30 no hubo fuga. Seis corredores la cogieron: Duquenoy, Frison, Ganna, Gonçalves, Van Goethem y Van Schip (estos dos últimos protagonizaron un carrerón para el Roompot, aguantando hasta el final con los mejores). La aventura duró 190 kilómetros. Por detrás todos los equipos que tenían algún favorito en nómina trabajaron. Quick Step para Viviani, BMC para Van Avermaet, Bora para Sagan...
A falta de 30 para el final, tras el segundo paso por el Kemmelberg, se seleccionó del todo la carrera. A los antes mencionados se unieron en un grupo de más de 20 corrredores otros aspirantes como Van Aert, Démare o Naesen . Por detrás no supieron reaccionar Astana ni Sky, y cuando quisieron darse cuenta Valgren, Cort Nielsen y Moscon ya no tenían opciones de victoria.
Así las cosas se llegó al rush final con mucho marcaje. Nadie probaba, los gallos entraban al relevo de aquella manera o no entraban (especialmente pillo estuvo Sagan) y Lampaert, Gilbert y Stybar, sobre todo, se desvivían por dar opciones a Viviani. Por eso cuando el italiano entró segundo tras asistir a una exhibición de potencia de Sagan en el sprint final se echó a llorar . Detrás suyo vino Démare. El dominio de Quick-Step en la primavera belga quedó interrumpido.
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Twitter: @laurameseguer