Nueve meses después de la compleja lesión que padeció en la contrarreloj inaugural del Tour de Francia tras una dura caída, Alejandro Valverde (Movistar), nuevo líder de la Volta tras su sexto triunfo de 2018 en Valls, aseguró a EFE no tener miedo a la carretera, aunque sigue respetándola como siempre.

El murciano, que esta semana buscará revalidar el título de la Volta, afronta a sus 37 años una temporada en la que está consiguiendo pasar página de la aparatosa caída sufrida en la ronda francesa con la misma receta de los últimos años: ganando etapas y carreras. "No estaba previsto disputar la victoria y coger el maillot, pero siempre hay que intentarlo. Se lo dedico a mi hijo Iván, que se rompió la clavícula hace poco con el fútbol, y a Xavi Tondo (natural de Valls, fallecido en 2011)".

En Düsseldorf se cayó él, se fracturó la rótula y se dañó el astrágalo, la tibia y el calcáneo. "Solo recién caído, en el momento en el que estuve del suelo al hospital, fue cuando pensé que me iba a retirar. Pensaba que me iban a poner una prótesis, pero al final fue una operación y dentro de la gravedad es menos grave", recuerda Valverde en una entrevista concedida a EFE.

Sin embargo, la perseverancia y el esfuerzo diario para volver a montar en bicicleta acabaron con las previsiones más pesimistas y el pasado enero regresó al pelotón participando en la Challenge de Mallorca. "Lo importante es que tenía la cabeza casi todo el día ocupada. Trabajando por la mañana y por la tarde. Tenía poco para pensar, ya que solo lo hacía para recuperarme".

Los resultados han llegado en este inicio de temporada con las victorias en la Volta a la Comunitat Valenciana (más dos parciales) y en el Tour de Abu Dhabi (y otra jornada), a las que se han sumado, entre otros resultados, un segundo puesto en la Vuelta a Murcia y un cuarto en la Strade Bianche.