La Colmiane se postula como juez de la París-Niza 2018
Este martes se ha presentado el recorrido de la prueba, que se celebrará del 4 al 11 de marzo. La crono de Saint-Étienne, La Colmiane y la etapa de Niza, decisivas.
La organización de la París-Niza ha dado a conocer este martes el recorrido de la prueba para su edición de 2018, que se celebrará del 4 al 11 de marzo. La carrera se dividirá en dos fases, con tres primeras etapas propicias para los sprinters y en las que se podrían formar abanicos, y una crono en la cuarta etapa y tres etapas finales de media y alta montaña que decidirán el ganador de la clasificación general.
Las tres primeras etapas serán una ocasión ideal para que los velocistas y los expertos en muros (la primera etapa termina en Meudon en una cota de 2 kilómetros al 6%) sumen triunfos aunque los favoritos tendrán que estar atentos a la formación de posibles abanicos, que ya tuvieron lugar en la edición de 2017 y que dejaron a favoritos como Richie Porte sin opciones de luchar por la general.
A partir de la cuarta etapa empezarán las etapas en las que los favoritos presentarán su candidatura al título. Una contrarreloj rugosa de 20 kilómetros con final en Saint-Étienne, que ya acogió otra crono de la prueba en 1969 con Anquetil, Poulidor y Merckx, será el anticipo a tres jornadas finales con numerosas dificultades tras la quinta etapa con final en Sisteron.
La primera etapa decisiva será en la sexta jornada camino de Vence, donde los ciclistas subirán 6 puertos de segunda y la Colle-sur-Loup (1ª categoría, 1,8 kilómetros al 10%), este último a 10 kilómetros de meta. La séptima etapa será otra gran ocasión para los escaladores, ya que tras la subida a tres puertos de segunda y la Côte de la Sainte-Baume (16,7 kilómetros al 3,8%) los corredores afrontarán la subida final a Valdeblore - La Colmiane, una subida de 1ª categoría de 16,3 kilómetros al 6,2% de pendiente media. La prueba se cerrará con una etapa de 110 kilómetros con salida y llegada en Niza previo paso por cuatro puertos de segunda y las habituales subidas a la Côte de Peille (6,5 kilómetros al 6,9%) y al Col d'Éze (1,6 kilómetros al 8,1%), ambas de primera categoría, y en las que Alberto Contador intentó reventar la carrera en las ediciones de 2016 y 2017 aunque sin lograr la general por escasos segundos.